Personal de la Policía Local de Bahía Blanca reanimó este jueves por la tarde en un colectivo de la Línea 514, a un bebé de un mes de vida que sufría un ahogamiento con su propia saliva.
Tras retirarse de su servicio, los efectivos identificados como Maximiliano Camillieri y Maximiliano Altamirano se subieron al interno 51 de la empresa Rastreador Fournier y constataron que el menor, que viajaba junto a su madre Lourdes Carina Moa (17) estaba tomando color de piel morado y presentaba una obstrucción respiratoria.
Allí, procedieron a realizarle maniobras de Heimlich y masajes en la espalda, logrando liberar así sus vías respiratorias, mientras el colectivo se dirigió directamente al Hospital Municipal.
“Nos dan franco a las 15, hacemos un par de cuadras hasta la parada y generalmente tomamos la 506 o la 514. Cuando estábamos llegando se nos pasó la 506, así que tuvimos que esperar. Al rato venían la 514 y atrás la 506. Íbamos a tomar la 6 pero dijimos, mejor vamos en la 14, porque, por ahí, llegamos un poquito antes”, relató Camilleri a lanueva.com.
Ni bien subieron al micro, que estaba lleno de pasajeros, escucharon los gritos de auxilio.
“Estábamos parados en la parte de atrás y obviamente nos llamaron a nosotros porque estábamos uniformados. Vino la abuela del bebé (Benjamín, que también iba con su madre de 17 años) y nos dijo que estaba ahogado”, amplió.
“Cuestión de segundos”
Los dos policías debieron volcar en una emergencia atípica, y con una víctima tan pequeña, los conocimientos que reciben en cada capacitación de primeros auxilios.
“Es cuestión de segundos, porque una persona adulta, a los 3 minutos que pierde el conocimiento no tiene oxígeno en el cerebro, y en este caso era un bebé, aún más. Lo que hice fue revisarle los signos vitales, actué rápido, y mi compañero le dijo al chofer que se detuviera y después decidieron seguir la marcha al hospital Municipal”, explicó.
Altamirano regresó al lugar y se encargó de las maniobras de Heimlich, mientras Camilleri lo sostenía desde el chaleco antibalas y se tomaba del pasamanos para mantener cierta estabilidad en tránsito, otra dificultad para practicar esta acción.
“En los bebés se ponen dos dedos abajo de la tetilla, en el esternón, y se hacen compresiones para gerar que largue lo que obstruye las vías. Y otra acción es boca abajo, apoyado sobre el antebrazo, es darle palmadas en la espalda, a la altura de los omóplatos”, amplió.
Altamirano reconoció que no tuvo las mejores sensaciones cuando pasaban las cuadras y el bebé no reaccionaba.
“Pensé que se nos iba. A medida que uno aplica la maniobra tiene que ir viendo y lo veía cada vez más violeta, pero gracias a Dios, media cuadra antes del hospital, largó los fluidos con saliva y empezó a hacer soniditos. No sabe el alivio que sentí”, confesó Altamirano.
Al llegar el colectivo a Bravard y Vicente López, a metros de la guardia del centro asistencial, Camilleri bajó rápidamente y pidió ayuda de un equipo médico, que intervino en la emergencia. Allí, profesionales médicos atendieron al niño e informaron que se encuentra internado, grave pero en condición estable.
Fuente: LaNueva