El juicio por la Masacre de Monte continúa en la tercera jornada donde se investiga a cuatro efectivos de la Policía Bonaerense por la persecución y el tiroteo que terminó con la vida de cuatro jóvenes que iban en un auto en mayo de 2019. Este miércoles, será el turno de la declaración de testigos claves como fueron los vecinos que se encontraban en el lugar.
La tercera audiencia del juicio será moderada por la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Plata, Carolina Crispiani, y se llevará a cabo a partir de las 10 en la Sala A de los tribunales judiciales de la capital provincial, ubicados sobre la calle 8 entre 56 y 57.
Entre los testigos convocados se encuentra el chofer del camión Mercedez-Benz contra el cual chocó el Fiat 147 en el que viajaban las víctimas, como así también la mujer que llamó al 911 luego del impacto.
También está previsto que declare un perito de la Gendarmería Nacional (GNA) y otros tres vecinos de la mencionada localidad de la provincia de Buenos Aires que se encontraban cerca del lugar en el que Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22) murieron y donde la única sobreviviente Rocío Quagliariello (17) quedó gravemente herida.
Cabe remarcar que Rocío no prestará declaración en el juicio, pero si se encuentra presente durante todo el proceso.
Por otro lado, se encuentran en el banquillo de los acusados los oficiales Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez y el excapitán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Rubén Alberto García, ya que son quienes se encontraban a bordo de los patrulleros que siguieron a tiros al Fiat 147.
Qué ocurrió en la última jornada y por qué uno de los acusados abandonó la sala
Este martes se llevó a cabo la segunda jornada del juicio, donde prestaron declaración los familiares de las víctimas y algunos testigos ante el jurado popular que deberá tener un dictamen al finalizar el proceso en la próxima semana. En ese sentido, estas declaraciones complicaron la teoría de la defensa que apuntan a un supuesto “estado de ebriedad” de Suárez, quien conducía el 147.
Se trata de un empleado de la pizzería frente a la Municipalidad de San Miguel del Monte, que complicó la teoría del caso de la defensa ya que relató que aquella noche pasó con su vehículo al Fiat en el que viajaban las víctimas, y manifestó que “el auto circulaba de forma normal” y aclaró que “no iba en zigzag”.
Por su parte, Emanuel Suárez, el hermano de Aníbal, señaló que la policía local había extorsionado a su hermano un mes antes del hecho tras haberlo detenido porque no poseía los papeles en regla de su automóvil, y le había exigido el pago de “una coima de 35.000 pesos”.
Además, el padre de Danilo Sansone, Juan Carlos, consideró que el hecho fue “una cacería” y que su familia “jamás volverá a ser feliz” luego de lo ocurrido.
En la misma línea, Susana Ríos, mamá de Gonzalo, recordó la noche de los hechos y pidió al jurado popular que juzga a cuatro efectivos de la policía bonaerense que reconozca que se trató de “un hecho de violencia institucional”. Justamente, la declaración de la mujer significó un hecho clave en el juicio.
Manuel Montreal, uno de los acusados y quien, según la investigación, efectuó “al menos cuatro disparos y uno de ellos impactó en la pierna de Gonzalo Domínguez”, pidió retirarse de la sala para no quedarse a escuchar el testimonio de Susana y del resto de los familiares.
Según la reconstrucción del fiscal Mariano Sibuet en su alegato de apertura, ese primer ataque de Monreal fue el principio de la secuencia fatal: “Al verse rodeados, los chicos, con uno de ellos gritando de dolor por el impacto que había tenido, el terror, la angustia y el miedo se apoderó de ellos. Por eso quisieron salir de ahí por la ruta 3. Ambos móviles los persiguieron a alta velocidad. Durante el último tramo, García se asomó por la ventanilla y disparo 4 veces más contra el auto. La cantidad de disparos de arma de fuego, la velocidad hizo que el auto perdiera el control. Como consecuencia directa, murieron 4 de ellos”.