Una docente, que trabaja en tres escuelas secundarias de General Rodríguez, circuló un comunicado emitido por el presidente del Consejo Escolar del partido, Diego Bustamante, luego de que en las instituciones se quejaran por el frío. En el texto, la entidad dio a entender que el calor propio de los alumnos podría suplir la falta de calefacción en las aulas.
Además de trabajar en dos escuelas públicas, lo hace en una privada donde, asegura, “los chicos estudian cómodos porque tienen calefacción”.
Cabe mencionar que en varias escuelas públicas rodriguenses se suspendieron las clases o se modificó el horario de entrada por el frío. Es el caso de la Secundaria N°11 ubicada sobre la calle Fortín Necochea al 300. Allí, los alumnos tienen que entrar a las 07:30, pero por las bajas temperaturas ingresan a las 10:00, incluso hay ocasiones en que directamente no se dictan clases.
Una respuesta inesperada para el reclamo
La nota que hizo llegar el Consejo Escolar local sugiere como “administrar” la calefacción, prendiendo los aires por etapas. “Administrar adecuada y criteriosamente el consumo eléctrico. Esto es distribuyendo el consumo equilibradamente por tandas. Por ejemplo, encender los aires acondicionados 1 o 2 horas por grupo. Luego se apagan y se procede al encendido del otro grupo. Así, ir alternando. Esto evita que la instalación colapse”, solicitan.
Sin embargo, a los docentes les parece poco viable esta opción: “Cuando los chicos ingresan lo hacen todos al mismo horario y justamente a la mañana es cuando hace más frío. ¿Cómo hacemos? ¿Unos pasan frío y otros no?. Es complicado”, se pregunta la maestra.
Sin embargo, la parte más insólita llegó al final del comunicado cuando explican que “el cuerpo humano irradia calor equivalente a una pequeña estufa de 75 y 150 watts”. “Esto implica que un aula con 30 alumnos tendríamos en promedio una estufa de alrededor de 3000 watts. Es evidente, por lo tanto, que la temperatura del ambiente, una vez adentro, siempre va a ser superior a la de afuera”, concluye.
“Nos mandó a calentarnos entre nosotros. O sea, que para este hombre no es necesaria la calefacción en las escuelas. Una verdadera locura”, comentó indignada la docente.