Entre aplausos, lágrimas, abrazos y pedidos de justicia, familiares, amigos y vecinos acompañaron el féretro con los restos Morena, la niña de 11 años que fue asaltada en Lanús y que conmocionó al país entero.
El coche fúnebre salió de la casa del padre de la joven y luego al dirigirse hacia al cementerio fue acompañado por numerosas personas que seguían de a pie y en silencio su paso.
El cortejo hizo una parada en la escuela Almafuerte N° 60, ubicada a media cuadra de donde la niña fue asaltada ayer a la mañana. Allí se encontraron con las autoridades del establecimiento, el personal docente y alumnos que tenían globos blancos que decían “Justicia por Morena“.
Antes, en el transcurso de la mañana, conocidos del barrio y familiares se acercaron a la casa del padre de la niña para dar el pésame a la familia.
En los momentos previos a escuchar las palabras del sacerdote, el padre de Morena recibió imágenes de su hija que le regalaban vecinos que decidieron acercarse hasta el lugar. “No se vota”, cantaba la gente que se congregaba allí. “Justicia”, “Basta de inseguridad”, exigían.
Las desgarradoras palabras del hermano de Morena: “Ella era mi vida”
Uno de los hermanos de Morena, Bruno, manifestó entre lágrimas que “era una chica muy buena, un pan de Dios”.
A su vez, contó que el asalto sucedió mientras él dormía en la casa de su papá y su hermana estaba al cuidado de sus abuelos maternos.
”Yo la verdad estoy muy mal, perdí a mi hermana. Todavía no comí, no dormí, pensando en que no voy a tener más a mi hermana. Voy a extrañar todo, si ella era mi vida”, expresó el joven, quien se hallaba en compañía de Griselda, la dueña del comedor adonde acudía regularmente Morena.
En tanto, un abuelo de Morena, identificado como Fabio García, expresó esta mañana su pesar y dijo: “No es justo que maten a una niña por un celular que no servía y 100 pesos” y pidió que los acusados “se pudran en la cárcel”.
Por su parte, la abuela paterna de Morena dijo que “no sabía que iba sola al colegio” y manifestó la preocupación del padre de la menor porque le pasara algo en la calle.
En la puerta de la casa de su hijo, Antonia dijo: “Estábamos preocupados por la inseguridad en la zona. Mi hijo me dijo unos días antes que no podía dormir porque la nena no estaba con él, que estaba preocupado de que a su hija le pase algo. No sabíamos que iba sola al colegio”, afirmó.
Antonia describió a su nieta como “una nena tranquila, que no andaba en la calle”, y relató que el padre “la llevaba todos los días al colegio y la traía de vuelta”.
”Un chico merece salir de su casa para ir al colegio y volver a su casa”, a la vez que pidió que “los políticos por favor se ocupen de solucionar este tema de la inseguridad. ¿A quién le hizo daño esta nena para que la golpeen así?”, se preguntó conmocionada.
El dolor de un barrio entero
Un vecino, padre de una amiga de Morena, la recordó con mucha tristeza: “La nena la semana pasada estuvo comiendo en casa, y ahora toca despedirla, esto es letal, no hay razonamiento para esto, no encuentro palabras y eso que no estoy en los zapatos del padre”.
”Una nena con todo el amor, el padre sin palabras; un padre con todas las letras, a la madre no la conozco, pero bueno todo nuestro apoyo y esto no tiene que pasar... esto no tiene que volver a suceder es muy irracional, está lejos de nuestro entendimiento; no hay preguntas ni palabras”, agregó.