Tres frigoríficos en las localidades de San Fernando y Tigre, en la provincia de Buenos Aires, fueron denunciados por la contaminación que generan y por el fuerte olor a deshechos que largan.
Al mismo tiempo, la causa penal involucra el tratamiento de esos residuos y también se analiza si están, los frigoríficos, ocasionando daños a la salud de los vecinos del lugar. Los ríos Reconquista, Luján y De la Plata también podrían verse afectados.
Así, la diputada Marcela Campagnoli (CC-ARI) fue convocada por vecinos para que evaluara la situación: “Vi globitos en el río, propios del agua contaminada. Eso me impulsó a llevar a cabo la denuncia penal”, explicó la legisladora.
Y así inició un pedido para que se investigara a los frigoríficos por “posible presencia de olores nauseabundos y de efluentes líquidos contaminantes”.
Los frigoríficos denunciados
Según manifiesta la denuncia, los desechos “serían arrojados por parte de Frigorífico Rioplatense S.A.I.C.I.F., Planta Faenadora Bancalari S.A. y Ecocarnes S.A. (ex Cocarsa)”.
Un dato a tener presente es que las tres empresas cuentan con una antigüedad de entre 60 y 70 años. Y la ubicación de las mismas las hace estar en cercanías a los countries, el barrio Las Tunas y la villa.
Todo por lo cual, la contaminación podría extenderse hasta el Río de la Plata y también el Luján, dado que los desechos estarían siendo tirados a sus afluentes. También el río Reconquista se podría ver afectado.
Cabe mencionar que dichas empresas aún no han colocado cortinas forestales que minimicen el impacto en el medio ambiente, tal como está previsto en la ley provincial N° 8912/77.
No hay que desestimar que también la contaminación no solo se percibe en el agua, sino también en el aire, donde se siente una especie de “olor a veneno”.
Por lo que se sospecha que ese olor nauseabundo podría estar emparentado con el ácido sulfhídrico, un gas que resulta venenoso en concentraciones altas.
También es preciso mencionar que según datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), los frigoríficos en cuestión faenaron más de 314.000 cabezas en 2020. Y todo eso va a parar a lagunas colapsadas.
Por su parte, fuentes cercanas a Rioplatense sostienen que se están tomando medidas para frenar los ruidos que ocasiona el frigorífico, así como también mitigar los olores, con un tratamiento más concientizado de los afluentes.
Entre tanto, Bancalari y Ecocarnes, en San Fernando, “vierten, de manera directa o indirecta, los efluentes derivados de la faena al Reconquista”, los cuales son “una mezcla de bosta, grasa y sangre que antes de llegar al río atraviesa distintos procesos”, tal como plantea la denuncia.