Ángeles Dormuá es de Buenos Aires, pero hace tiempo vive con su familia en Candelaria, provincia de Misiones. En los últimos meses ha vivido una situación realmente angustiante, que deja en evidencia todas las deficiencias del sistema educativo.
A pesar de que la ley indica que los chicos con capacidades diferentes deben ser aceptados e integrados en escuelas comunes, para Ángeles se ha vuelto una tarea imposible anotar a su hija Francesca, de cinco años de edad, que padece Síndrome de Down.
Según indicó la mujer, han recorrido al menos diez colegios de la provincia, entre públicos y privados, pero todos ponen distintas trabas al enterarse de la situación de la pequeña.
"Mi esposo va a las escuelas a intentar inscribirla a Francesca, que cognitivamente está a la misma altura que cualquier otro niño de su edad. Y sin embargo cuando vamos a buscar lugar para ella, lo que en principio parece un trámite sencillo, cuando se enteran que tiene Síndrome de Down, cambia el tono de la conversación. Y aparece la lista de espera, y la recomendación que se vaya a un colegio especial", relató, en diálogo con Misiones Online.
Ángeles comentó que las dificultades en cuanto a la inclusión vienen de los propios adultos, ya que incluso los docentes y directivos desconocen la ley. "En el caso de mi hija tiene un equipo que trabaja con ella, que es la maestra integradora, a través de ella también se capacita a la maestras, y a los otros niños en como ser inclusivos, pero en general el problema no es entre los niños, sino con los adultos", señaló.
"Son todos muy políticamente correctos, pero a la hora de hacerte un lugar en la escuela, empiezan los problemas. Ponen de excusa entre otras cosas que tienen el cupo lleno", afirmó.
Uno de los principales problemas que hay en la provincia es la falta de recursos. Por poner un ejemplo, hay casos de maestras integradoras que cubren cinco o seis escuelas al mismo tiempo, y van una sola vez por semana a cada una. Otras docentes ni siquiera se interesan en realizar las capacitaciones para integrar alumnos con capacidades diferentes.
"Eso no es integrar, los pequeños integrados necesitan una atención especial para comprender la consigna. ¿Como se hace con los chicos que ven a su maestra integradora una vez al mes? A veces más recursos no significa más dinero; más recursos también es la predisposición y conocimiento de la ley de discapacidad y de conocer qué alcances tiene", concluyó Ángeles.
Según el
Art. 15 de la Ley General de Educación de la Provincia de Misiones (N° 4026)
:
"La educación especial está dirigida a aquellas personas con necesidades educativas especiales, temporales o permanentes, vinculadas a condiciones físicas, sensoriales, intelectuales, psicoemocionales, psicosociales, psicomotrices de tal naturaleza y grado que impidan u obstaculicen su inserción, integración, progreso o continuidad en el proceso de aprendizaje que se desarrolla en las unidades educativas comunes".
El Art. 16 establece:
"La situación de los educandos atendidos en unidades escolares de educación especial debe ser evaluada periódicamente por equipos de profesionales para facilitar, cuando sea posible y con la conformidad de los padres, su integración a las unidades educativas comunes. En tal caso, el proceso educativo debe ser asistido por personal docente especializado y adoptar criterios particulares de currícula, organización escolar, infraestructura y material didáctico y sistemas de evaluación y promoción adaptados a las posibilidades de los educandos".
Por último, el Art. 17 dice que:
"El sistema educativo provincial debe organizar y/o promocionar programas para la detección temprana, la formación y el seguimiento de educandos con capacidades o talentos superiores a los normales".