El árbitro misionero Néstor Pitana recibió este jueves un emotivo reconocimiento en el club Jorge Gibson Brown de Posadas, en lo que significó la despedida de su gente antes de partir rumbo a Rusia, donde dirigirá por segunda vez consecutiva un Mundial de Fútbol.
El acto se realizó anoche en el polideportivo de la institución capitalina. El referí firmó autógrafos, se sacó fotos con los chicos y luego dio una breve charla para los presentes.
"No hay que perder las raíces ni la humildad, voy a llevar tierra colorada a Rusia", expresó el oriundo de Corpus, que estuvo acompañado además por sus familiares, su amigo Diego Martínez (triatleta), el presidente del club verdirrojo, Francisco Rivero y el técnico Bruno Smorczewski.
"Que nadie te quite el sueño de lo que quieras hacer, cada uno es dueño de sus sueños. Llego a este Mundial en un buen momento, más maduro y más tranquilo. Tengo una gran familia, es un pilar muy importante en mi carrera", agregó, visiblemente emocionado.
Por último, confesó su ansiedad por el comienzo de la competición. "Quiero que comience el torneo. Se respira una adrenalina muy fuerte en la cancha. Voy a dejar todo y el objetivo será pasar desapercibido, que es lo mejor que le puede ocurrir a un árbitro", concluyó, en declaraciones publicadas por El Territorio.
Pitana, quien empezó dirigiendo en la Liga Posadeña en 2005 y luego construyó una carrera destacable, se encuentra entre los 36 árbitros seleccionados por la FIFA que impartirán justicia en los encuentros de fútbol a disputarse entre el 14 de junio y el 15 de julio. Será el segundo Mundial para el misionero, luego de su experiencia en Brasil 2014, donde dirigió cuatro partidos, siendo el Alemania-Francia de cuartos de final el más destacado.
