El caudal del río Iguazú es de casi un quinto de su caudal normal, que es de 1.300 a 1.500 metros cúbicos por segundo. Este domingo llegó a 289 metros cúbicos por segundo y esto le ha robado espectacularidad a las Cataratas del Iguazú.
Las gigantescas rocas de basalto cubiertas siempre por el caudaloso Iguazú se observan desnudas y sin el atractivo habitual. Las imágenes fueron obtenidas por "Iguazú Argentina" y divulgadas en Instagram.
Esta bajante, que incluso ha perjudicado el abastecimiento de agua potable en la ciudad de Iguazú, se debe a la aguda sequía de las últimas semanas.
Además, el caudal es regulado según sus necesidades energéticas por seis represas aguas arriba de Cataratas. La última fue llenada en febrero del año pasado, a 60 kilómetros de las Cataratas del Iguazú, Brasil.
La represa pertenece a la Hidroelétrica Baixo Iguaçu (Hidroeléctrica Bajo Iguazú) que desde hace un año genera energía para un millón de brasileños. La presa fue construida a 500 metros del Parque Iguazú brasileño y a unos 30 kilómetros del parque argentino.
Es la sexta represa brasileña sobre el Iguazú y "el último gran aprovechamiento" de este río, prometió el presidente de Copel, Jonel Yurk, según el diario Paraná. El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco había señalado el riesgo ecológico de la obra, según recordó MisionesOnline.
Aguas arriba funcionan otras cinco centrales: Foz de Areia (1980), Salto Segredo (1992), Salto Santiago (1980), Salto Osorio (1975) y Salto Caxías (1999).
Quiere decir que en sus 1.300 kilómetros de largo desde la Serra do Mar, cerca de Curitiba, el Iguazú muestra una imagen de "embalses encadenados". Se considera la bajante más pronunciada desde 1978.
Las visitas al Parque Nacional Iguazú y a los saltos de las Cataratas se encuentran suspendidas desde principios de mes. También cerró sus puertas el Parque Iguazú del lado brasileño.