Un insólito caso conmociona a la localidad de Airdrie, en Escocia, donde una joven de 22 años, identificada como Kira Cousins, simuló durante meses un embarazo y llegó a anunciar el “nacimiento” de su hija en redes sociales, mostrando fotos, ecografías y hasta detallando que la bebé había nacido con 2,4 kilos. Sin embargo, todo era falso: el supuesto bebé era en realidad una muñeca tipo reborn.
El engaño y la reacción de la familia
Durante meses, Kira compartió publicaciones en las que mostraba ecografías, regalos y preparativos para la llegada del bebé, incluyendo un baby shower y la compra de un cochecito y una sillita valuados en más de mil libras. Incluso afirmó que su hija tenía problemas de salud y llegó a inventar internaciones hospitalarias.
La verdad salió a la luz cuando su madre descubrió la muñeca en la habitación, dejando a toda la familia en estado de shock. En un intento de justificar su accionar, Kira publicó un video en TikTok: “No crean que mi familia me dejó pasar esto, no fue así. Ninguno sabía la verdad, ni siquiera el padre ni su familia”.
El supuesto padre se enteró del engaño a través de mensajes de Kira, en los que ella le aseguraba que la bebé había fallecido.
Sospechas entre amigos y vecinos
Amigos y conocidos comenzaron a sospechar cuando notaron que el bebé nunca lloraba y que Kira no dejaba que nadie lo tocara. Una amiga cercana, Neave McRobert, contó que las fotos y videos del supuesto bebé comenzaron a desaparecer de los chats. “No puedo imaginar cómo se siente el padre ni todos los que fuimos engañados”, expresó.
Otra allegada de la familia aseguró que siempre dudó del embarazo y describió a Kira como una “mentirosa serial”. “El vientre era irregular y se notaban tiras sujetándolo”, afirmó.
El impacto en redes y el debate sobre los límites digitales
Las muñecas reborn, como la utilizada por Kira, son réplicas hiperrealistas de bebés que pueden costar entre 30 y 2.000 libras, y se comercializan tanto como objetos de colección como herramientas terapéuticas.
El caso generó una ola de indignación y desconcierto en redes sociales, donde muchos usuarios debatieron sobre la confianza digital y los límites del engaño en las plataformas. Entre la sorpresa, el morbo y la preocupación, el episodio de Kira Cousins volvió a poner en pri