Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford, en colaboración con la empresa tecnológica Google, ha desarrollado un experimento pionero en forma de aldea virtual compuesta por 25 bots con inteligencia artificial. Estos bots, que interactúan como una comunidad, toman decisiones y actúan en función de sus experiencias, han sido bautizados como “The Village”.
El objetivo detrás de este proyecto es emplear la inteligencia artificial para emular el comportamiento humano en sociedad. Se trata de un experimento interesante y que ha llamado la atención a nivel mundial por lo que significa poder documentar los comportamientos de las inteligencias artificiales en un mundo “parecido” al nuestro.
Cómo es la villa de las inteligencias artificiales de Google
El informe académico que documenta el estudio de “The Village” revela que los bots simulan un ciclo diario, “despertando” cada día para llevar a cabo una variedad de actividades propias de una comunidad real. Estas incluyen conversaciones entre ellos, intercambio de información, organización de elecciones y planificación de eventos importantes, como San Valentín o cumpleaños.
La creación y funcionamiento de esta aldea virtual inteligente han sido posibles gracias a la implementación de un modelo de lenguaje de gran envergadura (LLM), que guarda semejanzas con sistemas como Bard o ChatGPT. A esta tecnología se le han añadido mecanismos de memoria y atención, permitiendo que los bots desarrollen nuevos comportamientos basados en sus vivencias.
Los habitantes virtuales de “The Village” demuestran la capacidad de aprender y realizar tareas que normalmente serían consideradas desafiantes para bots convencionales. Desde jugar juegos hasta organizar reuniones o crear narrativas. Para alcanzar este nivel de habilidad, los investigadores entrenaron a los bots utilizando datos provenientes de conversaciones humanas reales, lo que permitió a los bots estructurar rutinas diarias y comunicarse entre sí.
Un aspecto particularmente interesante es cómo los habitantes virtuales colaboran en la celebración del Día de San Valentín. Mientras algunos bots distribuyen invitaciones, otros se centran en decorar el espacio para la festividad. Adicionalmente, los investigadores observaron cómo los bots eligen regalos de cumpleaños basándose en las preferencias de los bots que cumplen años.
Es importante aclarar que los logros obtenidos en “The Village” no indican que los bots hayan desarrollado la capacidad de pensar de manera independiente. En cambio, los investigadores han programado a los bots para que funcionen de esta manera. Por lo tanto, el estudio no demuestra la presencia de una conciencia propia en los bots. Más bien, destaca el potencial prometedor de la inteligencia artificial en la creación de asistentes virtuales personalizados o en la construcción de entornos sociales más realistas en videojuegos.
Además, aunque se trata de un proyecto en desarrollo, los investigadores creen que los resultados obtenidos con The Village pueden tener un impacto notable en futuras aplicaciones interactivas, incluyendo herramientas de diseño, sistemas informáticos, asistentes virtuales o entornos sociales inmersivos.