Las negociaciones por la “ley bases” se empantanaron inesperadamente en la Cámara de Diputados. Cuando el diálogo parecía haberse encaminado y el oficialismo esperaba abrir este jueves el debate en comisiones, el panorama se ennegreció por diferencias en dos capítulos: el laboral, recientemente incorporado al proyecto, y el tabacalero, atravesado por un fuerte lobby empresario.
En las reuniones que se suceden en el despacho de Martín Menem con el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, en nombre de la Casa Rosada, Rodrigo De Loredo y otros enviados radicales endurecieron su postura por la reforma laboral. “La ley no sale si no entra la reforma laboral”, fue el mensaje que le transmitieron al titular de la Cámara.
La advertencia, que en otros bloques consideraron “exagerada”, llegó ante las quejas del jefe de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto, quien este miércoles insistió con focalizar la discusión en tres puntos (las multas por trabajo no registrado, el fondo de cese laboral y la ampliación del período de prueba), y dejar el resto para una ley aparte.
Pichetto está molesto porque el Ejecutivo incorporó el capítulo laboral a última hora del domingo y tomó más aspectos del DNU de Milei que sugerencias opositoras.
Sin embargo, en el radicalismo creen que la reforma laboral es el corazón de la “ley bases” y hay puntos donde se resisten a ceder, como la eliminación de aportes solidarios a los sindicatos, un tema que el Gobierno no quiso incorporar y significa un foco de conflicto de cara a la votación en particular.
Los radicales abandonaron las oficinas de Menem disgustados por las trabas en el capítulo laboral, aunque no descartan llegar a un acuerdo en lo que resta de la jornada. Si hay consenso en un punto intermedio, podría haber “fumata blanca”.
Discusión por el “artículo tabacalero”
En tanto, los diputados del PRO Cristian Ritondo, Diego Santilli y Silvana Giudici también se fueron molestos de las oficinas de Menem. Atribuyeron el enojo a las trabas en la reforma laboral, pero otras versiones lo vinculan a la discusión impositiva sobre el sector del tabaco, un tema que figuraba en la versión original del proyecto y ahora fue eliminado.
Lo que se busca es que todas las empresas tabacaleras paguen los mismos impuestos, ya que actualmente Tabacalera Sarandí tributa menos que sus competidores gracias a una serie de cautelares la Justicia contra el impuesto interno mínimo, lo que deriva en una competencia desleal.
A diferencia del PRO, los restantes bloques dialoguistas (la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal) se abroquelaron en pos de incorporar ese capítulo y podrían llegar a ganar la votación en el recinto.
En este escenario, el oficialismo demora la convocatoria a las comisiones para debatir este jueves la “ley bases” y el paquete fiscal, con el fin de firmar dictamen y dejar el tratamiento listo para el recinto. De todos modos, el plan de sesionar lunes y martes, hasta el momento, sigue en pie.
“A esta altura hay que ir a lo posible, no a lo ideal. Este paciente está muy delicado como para que se le agreguen cosas”, advirtió a este medio un experimentado diputado de la oposición dialoguista, que viene advirtiendo en privado sobre el peligro de sumar cada vez más artículos.