La reforma electoral para eliminar las PASO enfrenta un duro escenario en el Congreso

En la UCR y Hacemos Coalición Federal predomina la posición en contra. También hay reparos al recorte del financiamiento público de los partidos, otro de los ejes del proyecto que el Gobierno enviará al Congreso. Villarruel busca destrabar en el Senado la boleta única de papel.

La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos (Foto: Federico López Claro)
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos (Foto: Federico López Claro)

Mientras la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, avanza a paso firme en la conformación de La Libertad Avanza en todo el país (la semana pasada obtuvo la personería definitiva en Córdoba), el oficialismo buscará complementar su arquitectura electoral con una amplia reforma que enfrenta un duro escenario en el Congreso.

Los ejes son la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con el argumento de reducir el gasto público; y una modificación del sistema de financiamiento de los partidos que limitaría los aportes estatales. Se suma, en tercer lugar, la implementación de la boleta única de papel, un proyecto que podría destrabarse en el Senado post receso invernal.

Fuentes parlamentarias aseguraron que el proyecto ya está listo para ser enviado al Congreso. El apuro obedece a la necesidad de dar el debate en un año no electoral y despejar de esa manera la campaña hacia las legislativas de 2025, donde Javier Milei aspira a engordar su representación en el Congreso para avanzar con más “reformas estructurales”.

Las PASO (Foto: Ramiro Pereyra /La Voz)
Las PASO (Foto: Ramiro Pereyra /La Voz) Foto: Ramiro Pereyra

Sin embargo, no será una tarea sencilla para el oficialismo, pues los cambios electorales requieren mayoría absoluta (129 votos en Diputados y 37 en el Senado). En la Cámara baja aguardan el envío del proyecto, pero por lo bajo ya comienzan a oírse las primeras expresiones en contra dentro de la UCR y Hacemos Coalición Federal.

“¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a ir a una interna a cielo abierto en el Comité?”, se preguntó un diputado radical. “No estamos de acuerdo”, dijo otro. En el bloque de Miguel Pichetto, en tanto, también hay una posición mayoritaria en contra de suprimir las PASO, aunque hay quienes reconocen que hay que rediscutir ese mecanismo.

Allí creen que tendrá peso la posición de Florencio Randazzo, autor intelectual de las PASO. El exministro del Interior no se pronunció ahora sobre el tema, pero hace dos años no recibió con buenos ojos un proyecto que presentó su ahora compañero de bloque, Emilio Monzó, para que las PASO dejen de ser obligatorias. Esa iniciativa sigue vigente.

También se mostró abierto a modificar las PASO el cordobés Juan Brügge. “Las PASO se han ido distorsionando y se han transformado en una gran encuesta. No se cumple el objetivo primario”, evaluó el diputado cordobés antes de encabezar un evento por los 70 años del Partido Demócrata Cristiano en el Salón Delia Parodi de Diputados. También sostuvo que “Córdoba ha funcionado bien sin las PASO”.

En este escenario, la única salida parece ser que aparezcan votos de Unión por la Patria. Aunque, en privado, hay peronistas que denostan las PASO, no les resultaría nada cómodo asociarse a Milei y convertirse en los garantes de la ley cuando buscan mantener su actitud intransigente con el Gobierno.

La eliminación de las PASO

La eliminación de las PASO estaba incluida en la versión original de la Ley Bases junto con el recorte al financiamiento estatal a los partidos y una reforma aún más ambiciosa como la implementación del sistema uninominal. Nada de eso avanzó: los bloques dialoguistas exigieron separar ese debate de los más urgentes y el oficialismo tuvo que postergarlo.

En aquella oportunidad, el entonces ministro del Interior, Guillermo Francos, precisó que en 2023 “se gastaron $11.000 millones” para realizar las PASO. También recordó que “compitieron 15 agrupaciones políticas” de las cuales “10 no pasaron el piso previsto por la ley” (1,5% de los votos válidos).

Más allá del argumento fiscal, crecen las especulaciones políticas sobre la conveniencia para La Libertad Avanza en momentos donde Milei busca una fusión con el PRO. “Hay una regla de oro: un debate de este tipo nunca es inocente”, graficó un diputado entendido en el tema.

Actualmente, según un relevamiento del politólogo Pablo Salinas, solo ocho de los 24 distritos celebran PASO: CABA, Buenos Aires, Santa Fe, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Mendoza y Santa Cruz. Chubut, Salta, San Juan y San Luis eliminaron esta instancia. Entre Ríos podría ser la próxima: el gobernador Rogelio Frigerio inició una ronda de consultas con los partidos para proponer una reforma electoral.

Otro tema caliente es el recorte del financiamiento estatal de los partidos. Por un lado, en la oposición ven peligroso que se abra aún más la puerta a los aportes privados. “Lo van a presentar como una baja del gasto de la política, pero la contracara es que las empresas compren las decisiones del Estado. El financiamiento público viene a establecer equidad entre los partidos para competir y los aísla de los intereses privados”, argumentaron en la UCR. Por otro lado, hay preocupación en los partidos chicos que dependen mayoritariamente de la ayuda estatal, como el Frente de Izquierda.

La tercera “pata” de la reforma electoral es el proyecto que está en el Senado para implementar la boleta única y reemplazar así la tradicional “boleta sábana”. El debate nunca llegó al recinto porque el oficialismo no tenía asegurados los votos debido a las modificaciones que pedía una senadora rionegrina que responde al gobernador Alberto Weretilneck, Mónica Silva, quien presentó un dictamen propio y acarreó a Unión por la Patria.

A diferencia del formato aprobado en Diputados (una sola boleta para todas las categorías, como se utiliza en Córdoba), Silva proponía que haya un cuerpo por cada categoría, como rige en Santa Fe, y también pedía eliminar el casillero para votar por la lista completa, que perjudicaría a los partidos que, como Juntos Somos Río Negro, compiten con boleta corta.

Según supo este medio, la vicepresidenta Victoria Villarruel está cerca de aceptar el segundo cambio propuesto por Silva en un intento de destrabar la discusión, conseguir los votos y devolver el proyecto a la Cámara baja para su sanción definitiva.