El 8 de marzo, muy lejos de ser una celebración, conmemora el Día Internacional de la Mujer y su histórica batalla por la igualdad de derechos y oportunidades. El rubro de la política no es la excepción a la regla; de hecho, este decisivo espacio sigue siendo ocupado mayormente por hombres.
La desigualdad de género, a veces, pareciera no tener fin, pero sin dudas tiene un origen. Desde tiempos remotos, a una enorme parte de la población se le negó algo tan básico como la educación, y conquistarla llevó años, gritos, marchas, represión y, sobre todo, una enorme revolución.
Varinia Lis Marín, diputada nacional de La Pampa por el Frente de Todos, habló con VíaPaís y consideró que “la participación de las mujeres en la política es grande, pero en la toma de decisiones aún existe una enorme desigualdad”.
Dicha lucha no ha terminado y quedan millones de conquistas pendientes. Por ejemplo, según un informe realizado por la ONU Mujeres en 2022, tan solo el 21% de quienes ocuparon ministerios a lo largo del mundo fueron mujeres. Ante este panorama, desde VíaPaís nos contactamos con varias referentes para abordar el tema.
Las innumerables exigencias que recaen en las mujeres políticas
Día a día, el feminismo lucha por la igualdad de género, cuyo objetivo -claro está- descansa en conquistar los mismos derechos que tienen los hombres. Aun así, hay ciertos sectores en donde los techos de cristal están más latentes, y la política es un gran ejemplo.
Lucía Chicatun, directora del programa de Liderazgo político y social para mujeres de la UCA, explicó que “a las mujeres se les exige excepcionalidad” y no alcanza con ser buenas. Además, cuentan con altas probabilidades de ser desacreditada por sus discursos y forma de vestir.
Hay demasiada exigencia frente a su imagen, creando otra barrera para muchas dirigentes. Así, destinan más tiempo y recursos en ello; según uno de sus ejemplos, antes de publicar una foto en redes sociales, “una política la comprueba cinco veces”.
Un estudio realizado por Virginia García Beaudoux, Orlando D’Adamo y Marina Gavensky analizó varias noticias que había sobre María Eugenia Vidal y Hillary Clinton. El resultado arrojó que el 43% de las mismas contenían estereotipos de género, de los cuales el 31% y 46% referían a su manera de vestir.
Durante el debate para la Provincia de Buenos Aires desarrollado en 2021, Julia Rodríguez Miranda, integrante de Chicas en Política de La Generación CABA, aseguró que hubo mucha gente hablando acerca del peso de Vidal, mientras que del físico del resto de los candidatos varones nadie opinó.
Para agravar este escenario, Chicatun sumó que, cuando los medios de comunicación muestran o hacen referencia a esta población ejerciendo sus funciones públicas, ponen el foco en su vida privada o demonizan su ejercicio del poder.
Estas imposiciones, sin embargo, recaen en muchos grupos sociales. Pamela Rocchi, militante por los derechos de las personas trans y asesora en la Cámara de Diputados de Santa Fe, explicó que esta comunidad también lucha constantemente contra dicha problemática.
Así lo señaló: “Siempre se nos representó en la droga, la prostitución, la vergüenza, la risa, lo malo, lo negativo”. Por eso, la sociedad nunca imaginó a una mujer trans en la política y, en consecuencia, debe demostrar en cada momento que merece el puesto que alcanzó.
Rodríguez Miranda, de Juntos por el Cambio, dejó en evidencia que incluso se prejuzga la capacidad de la mujer en un área de trabajo antes de desarrollarse en el mismo. Muy por el contrario, nadie cuestiona a los hombres que manejan rubros para los cuales no se prepararon.
De la mano con esto, la diputada pampeana concluyó: “En la política nos autoexigimos una excelencia para participar, que no se le exige a nadie, pero que tenemos incorporado por un mandato cultural de tantos años de no haber intervenido”.
¿Por qué las mujeres tienen más barreras para alcanzar altos cargos políticos?
A excepción de algunas provincias, en Argentina rige la Ley de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política. Esto, sin embargo, no garantiza que todos los agentes contribuyan en la toma de decisiones.
De hecho, Marín opinó que esta normativa “es una igualdad numérica, lo que no implica una igualdad al momento de decidir”. La clave está en ver quién arma las listas, por ejemplo, ya que los responsables de esto suelen ser los hombres.
A esto se le puede sumar que, según el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, 8 de cada 10 mujeres políticas encuestadas afirmaron haber vivido situaciones de violencia de género en sus carreras.
Patricia Jure, la única candidata mujer para la gobernación en Neuquén, señaló a VíaPaís: “Si nos queremos empoderar, los recursos y las políticas públicas tienen que estar en nuestras manos, y no en la de aquellos que nos ponen en una situación de precariedad frente a la violencia”.
Chicatun también habló sobre el concepto de “techo de billetes”, que refiere a cuando las mujeres cuentan con menos plata para financiar sus campañas. En consecuencia, suelen pertenecer a menos redes de contactos corporativos, no consiguen tantos donantes e invierten menor cantidad de tiempo en eventos u otras actividades proselitistas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Laboratorio de Investigación sobre Desigualdad de Género de la Universidad de Pittsburgh brindaron un informe donde se evidencia que menos de una de cada tres mujeres ocupan los principales cargos de liderazgo en la administración pública a nivel global.
Y aunque los progresos legislativos son parte de un lento proceso, no significa que aún no se vean los resultados. Rodríguez, siendo una militante joven, naturalmente tiende a cuestionar la cantidad de hombres que hay en un área si son una amplia mayoría, o incluso quejarse si no se toman en cuenta las propuestas de las mujeres.
8M: la invisibilización de las mujeres trans y el sector obrero
La exdiputada de Neuquén, miembro del Partido Obrero, enfatizó en que la desigualdad afecta más a las clases bajas. Explicó que las mujeres trabajadoras viven una doble opresión: por un lado, por su condición de mujeres y, por el otro, debido a su situación de empleadas.
Denunció así que este sector ha sido abandonado por el Estado. Desde su lugar de funcionaria, ha tenido que acompañar en comisarías o fiscalías a víctimas de violencia que no eran escuchadas; e incluso rescatarlas de situaciones alarmantes.
Ahora bien, y en paralelo con esto, la invisibilización también queda en evidencia cuando alguien de la comunidad trans alcanza un puesto reconocido. El foco de esta noticia se pondrá en el simple hecho de que pertenece a esta población, y no tanto en su preparación o en sus propuestas.
“Cuando quise ser candidata a presidenta comunal -arrancó contando Pamela- me costó mucho, porque, aunque yo tengo un montón de conocimientos en obra pública, educación, salud, trabajo, primero siempre fui ‘trans’”.
“¿Y qué va a decir la gente? ¿Cómo vamos a poner a Pamela? Pamela es una compañera trans”, eran los comentarios que la dirigente constantemente oía en su ámbito laboral, incluso de parte de colegas de su mismo partido.
Al convertirse en la primera mujer trans en llegar al Poder Ejecutivo de Santa Fe, este logro no pasó desapercibido. “De las puertas de mi pueblo para adentro era Pamela Rocchi, la mujer que hace política, pero para el resto del país, yo era la mujer trans que iba a conseguir esto”, señaló.
Día de la mujer: ¿por qué es una fecha que no se festeja?
Cada 8 de marzo, las mujeres marcan historia en las calles y mantienen vigente esa lucha por el reconocimiento de sus derechos. Todas las referentes políticas consultadas por VíaPaís, a pesar de pertenecer a distintos partidos, coincidieron en que no es un día para celebrar, sino para tomar conciencia.
“Me cuesta pensar que podemos festejar cuando: una mujer es asesinada por motivos de género cada 29 horas, la brecha salarial de esta población es del 30% y la pobreza les afecta en mayor medida”, sentenció Chicatun.
Tal como lo dijo la pampeana, hay que planificar recursos con el objetivo de lograr una organización más dinámica, y no opresiva. Entonces, indicó: “Esto se logra con esfuerzo y con pelea, como estamos acostumbradas las mujeres a obtener cada lugar”.
Durante esta fecha, Rodríguez aseguró que es válido levantar banderas partidarias de agrupaciones, de la consigna que una quiera, e incluso llorar y cantar canciones. Son formas de manifestarse, y el foco de dichas protestas está en la lucha y las causas que se quieren dar a conocer.
La integrante de Chicas en Política enfatizó entonces en la necesidad de impulsar cambios, mostrar cuántas luchadoras hay en las calles, y lograr así movilizar a toda la sociedad. Los techos de cristal todavía existen, pero cada protesta, llanto y grito tratará de derribarlos hasta que efectivamente caigan.