El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que las empresas de medicina prepagas deberán retrotraer los precios de las cuotas a diciembre de 2023 y a partir de ese mes ajustarán sus aumentos acorde al índice de inflación.
“Por disposición del Ministerio de Economía, un grupo de empresas de medicina prepaga, que representan alrededor del 75% de los afiliados, van a retrotraer el valor de sus cuotas a diciembre de 2023, ajustada a partir de allí por IPC”, anunció Adorni.
El vocero explicó además que las empresas “deberán aplicar como máximo” el IPC “para ajustar las cuotas por los próximos 6 meses”. La medida, explicó Adorni, se tomó a raiz de una denuncia “por presunta cartelización”.
“El Gobierno del presidente Milei no va a convalidar maniobras especulativas bajo ningún punto de vista. La Argentina de la avidada se terminó el 10 de diciembre pasado”, añadió Adorni.
Asimismo, el vocero anunció que la Superintendencia de Servicios de Salud presentó una medida cautelar para que las empresas de medicina prepaga alcanzadas por la disposición de la Secretaría de Comercio les devuelvan a sus afiliados la diferencia entre los aumentos que aplicaron y los que deben aplicar a partir de la decisión oficial.
Cuánto aumentaron las prepagas
Las prepagas aumentaron el valor de sus cuotas todos los meses del año después de que el Ejecutivo con Javier Milei como mandatario, decidiera dejar de intervenir en los precios.
A partir de esto, los aranceles mostraron subas del 30% en enero, del 26% en febrero, del 23% en marzo y 19% en abril. En mayo, informaron que las cuotas tendrán un alza del 9% promedio contra el mes previo.
La disputa del Gobierno con las prepagas
La investigación surge de una denuncia que realizaron los diputados de la Coalición Cívica, Hernán Reyes y Juan Manuel López, contra las empresas de medicina prepaga que integran la Unión Argentina de Salud (UAS), a cargo de Claudio Belocopitt, por incurrir a esa presunta cartelización para fijar los aumentos de precios de manera coordinada.
En reuniones informales, el Gobierno les había reclamado a las empresas del sector que congelen los aumentos por tres meses, pero recibieron una rotunda negativa que agudizó el conflicto.
En esos encuentros, el Ejecutivo les había propuesto a las prepagas que no incrementen los valores por los próximos 90 días, luego de que acumulen un alza del 160% promedio en lo que va del año.
Sin embargo, los empresarios no aceptaron y plantearon que recién podrían congelar las subas en junio o julio, ya que los valores estaban muy atrasados en relación con la inflación. Tras esta situación, se cortó el diálogo entre ambas partes y se tensó aún más la relación.
El conflicto quedó al descubierto luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, lanzara una dura advertencia a las empresas: “Le están declarando la guerra a la clase media”, escribió en sus redes sociales.
Luego de que se manifestara el ministro, las prepagas pidieron una audiencia urgente con Caputo y expresaron: “Entendemos que la situación es de extrema gravedad, por lo que las empresas pretenden no polemizar a través de los medios, sino, por el contrario, abrir una mesa de trabajo y debate que le permita al gobierno comprender la real situación del sistema de salud privado”, expresaron en el escrito.