El viernes pasado, con 144 votos a favor, Diputados aprobó el proyecto que había enviado el Ejecutivo al Congreso, menos el “capítulo fiscal” -que incluía, entre otras cosas, una suba de retenciones y la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria-, tal como había anunciado antes del debate en el recinto el ministro de Economía, Luis Caputo.
Este martes, el oficialismo informará los artículos que se definieron suprimir luego de las negociaciones con bloques opositores y gobernadores en la última semana. Según indicaron tanto en La Libertad Avanza como en el PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal, el plan sería votar “capítulo por capítulo”, pero en los capítulos más complejos y con mayores disidencias y pedidos de cambios se irá por artículo, o al menos grupos de artículos.
No estaba previsto, por otra parte, permitir la exposición de diputados como durante el debate en general. En cambio, se habilitaría a un diputado por bloque a hablar tres minutos para manifestar la disidencia con un artículo o capítulo o informar el sentido del voto.
Del grado de acuerdos con el que se llegue a la sesión, o los que se puedan alcanzar durante este martes, dependerá -además del nivel de conflicto que haya dentro y fuera del recinto-, cuánto podría demorar la votación en particular. Los cálculos más optimistas preveían un cierre el miércoles por la noche, con un posible cuarto intermedio en la noche del martes (los cuartos intermedios también sirvieron para avanzar negociaciones).
Los puntos que generan más discusión en la Ley Ómnibus
Entre Hacemos Coalición Federal (que conduce Miguel Pichetto, integra el peronismo cordobés, la Coalición Cívica) e Innovación Federal (legisladores de fuerzas provinciales) los gobernadores pueden movilizar una treintena de diputados opositores, sin contar UxP. Es decir, suficientes para hacer caer una votación o el quorum.
Por impulso, sobre todo, de los diputados cordobeses, esos espacios amenazaron con forzar la coparticipación del impuesto PAÍS -algo que la Casa Rosada ya advirtió que vetaría-, si el Gobierno no da alguna señal alternativa que garantice recursos a las provincias.
El oficialismo cedió en el capítulo de privatizaciones: redujo el número de empresas que, de aprobarse, quedarían en condición de ser privatizadas, y además las separó en grupos, de modo que diputados con objeciones por alguna empresa en particular importante para su provincia no estarían obligados a rechazar todas en un paquete cerrado.
Ambiente y cultura
El Gobierno no tendrá los votos de la UCR y de HCF para aprobar al menos parte de la reforma ambiental (lo que refiere a la protección de glaciares ante la explotación minera) y el capítulo de Cultura, qué compromete fondos para las artes o la desregula el precio único de los libros.