Cristina Kirchner sorprendió el martes al anunciar que no será candidata en las elecciones del 2023. “Mi nombre no va a estar en ninguna boleta”, aseguró al término de su diatriba contra los jueces de la causa “Vialidad” que la condenaron a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
“No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vicepresidenta a que la maltraten en período electoral con una candidata condenada, con inhabilitación perpetua, por administración fraudulenta. ¿A mí con administración fraudulenta? ¿Y a estos, los amarillos, que nos dejaron U$S 45.000 millones con el FMI?”, lanzó.
De golpe, la expresidenta le puso fin a las especulaciones que supo alimentar con los sugestivos movimientos que mantuvo en las últimas semanas, que incluyeron reapariciones con actos en clave proselitista.
El anuncio representó un cimbronazo en el Frente de Todos y también sacudió a la cúpula de Juntos por el Cambio, donde buscarán ahora ajustar su estrategia electoral. Para algunos de los dirigentes más cercanos a la expresidenta, la novedad terminó de darle forma a un mensaje que ella hizo circular en las últimas horas para aclarar que no estaba dispuesta a convalidar las conjeturas de aquellos que asociaban su candidatura con la búsqueda de fueros.
“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora, mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino el 10 de diciembre y me vuelvo a la misma casa a la de la que salí un 25 de mayo de 2003 para acompañar a quien fuera mi compañero (Néstor Kirchner)”, dijo y desafió: “No voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta, que me metan presa”.
Su decisión desconcertó porque, en principio, el fallo del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) no afectó sus chances para pelear en los comicios del próximo año: el cumplimiento efectivo de la condena dependerá de lo que pueda resolver la Cámara Federal de Casación ante una apelación y eventualmente la Corte Suprema de Justicia.
Minutos después de conocerse la sentencia del TOF2, Cristina Kirchner salió a repudiar la definición judicial. Lo hizo con una transmisión en vivo, a través de sus redes sociales, que se denominó “¿Lawfare? ¿Partido judicial? Mafia y Estado paralelo”.
Volvió a repasar los principales cuestionamientos que hizo contra el expediente y contra la actuación de los jueces y fiscales.
“Está claro que la idea era condenarme”, insistió y remarcó que “lo raro de la condena de hoy es que fue por administración fraudulenta” cuando, contrastó, “de acuerdo a la Constitución, el Presidente no tiene el manejo de las leyes de Presupuesto que son aprobadas por diputados y senadores”.
En rigor, los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu consideraron que la Vicepresidenta es “autora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”, en la causa por maniobras de corrupción para favorecer al empresario Lázaro Báez con contratos de obras viales en Santa Cruz, entre 2003 y 2015. Báez también recibió una pena de 6 años de cárcel.
Sin embargo, los magistrados absolvieron a la Vicepresidenta del delito de asociación ilícita que le imputaron los fiscales fiscales Diego Luciani y Sergio Mola.
De cualquier manera, la titular del Senado consideró que el fallo tuvo como objetivo central inhabilitarla para ejercer cargos públicos. “A lo largo de todo el juicio también se probó que ninguna de las aseveraciones, de las mentiras, que dijeron los fiscales Luciani y Mola en su alegato histriónico eran ciertas”, dijo Cristina Kirchner antes de advertir que la condena que recibió “tiene su origen en un sistema” de “Estado paralelo y mafia judicial”.
“Mafia y Estado paralelo, eso es lo que está pasando en la Argentina y eso es lo que me condenó a 6 años de cárcel y a inhabilitación perpetua. Esta es la verdadera condena, esto es lo que querían. Me van a poder meter presa después del 10 de diciembre”, completó.
En tal sentido, destacó que “todos los cargos” a los que accedió en su vida política “fueron siempre por el voto popular”. “Cuatro Gobiernos en nombre del peronismo ganamos con el apellido Kirchner, en el 2003, en el 2007, en el 2011 y también contribuí a la victoria que obtuvimos en el 2019 cuando nadie daba dos pesos por el peronismo; eso es lo que me están cobrando y por esto me inhabilitan. Que la cuenten como quieran, me gustaría ver después los fundamentos”, subrayó.
Seguido, la Vicepresidenta se adentró en la denuncia penal que promovió el lunes el presidente, Alberto Fernández, para que se investigue un viaje a la Patagonia que habrían compartido jueces federales, fiscales, funcionarios porteños y empresarios de medios.
Cristina Kirchner leyó en detalle los chats que surgieron a partir de un hackeo ilegal y los vinculó con un “sistema paraestatal, donde se decide sobre la vida, el patrimonio, la libertad del conjunto de los argentinos y que está por afuera de los resultados electorales”.
“Estos jueces tienen que ver con el sistema que domina la Argentina”, consideró y señaló que algunos de los mencionados en la investigación intervinieron en causas abiertas en su contra.
“El poder económico y mediático controla en una suerte de Estado paralelo y coarta. Es un sistema disciplinador de la dirigencia política argentina. No a los que piensan como ellos, los de Juntos por el Cambio. Hablo de nosotros, del peronismo, de los que tenemos un compromiso con los derechos de la gente. Me condenan porque condenan un modelo económico”, acusó.