La crisis económica marcada por la inflación, la tendencia alcista del dólar y la pérdida del poder adquisitivo sumado al “desencanto político” marcan el ritmo de esta elección. La organización Directorio Legislativo analizó el contexto en el que los argentinos elegiremos presidente este domingo.
“Los ciudadanos asistirán a las urnas en un contexto de crisis económica y de deterioro de los ingresos, fundamentalmente como resultado de altos niveles de inflación mensuales sostenidos recientemente. Este indicador, si bien tuvo una leve merma en mayo y en junio, aumentó considerablemente en agosto al duplicarse el Índice de Precios del Consumidor (IPC) en parte dada la devaluación al día siguiente de las primarias”, comienza el informe.
Luego, repasan las medidas tomadas por el candidato oficialista Sergio Massa, aunque reconocen que cómo pudieron haber impactado en la decisión del electorado es “incierto”.
“Ante el impacto de la situación económica en el poder adquisitivo de los ciudadanos, el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, decidió llevar adelante una serie de medidas de refuerzo del ingreso. Estas medidas no estuvieron concentradas en un sector específico sino en un amplio espectro de trabajadores, tanto formales como informales. Las repercusiones de las mismas sobre la decisión del electorado en estos comicios aún es incierto”, indica.
Y agrega: “La implementación de estas medidas generaron el rechazo de los candidatos opositores, quienes alegaron que se tratan de medidas electoralistas que ‘incrementan el déficit fiscal’ y, consecuentemente, agravarían la inflación”.
El análisis también considera el “desencanto político con la política y los partidos políticos tradicionales”, intensificado por recientes “denuncias de corrupción que afectan en mayor parte a estos partidos”.
En este sentido, desde la organización señalan que los temas que más inquietan a la opinión pública son “la investigación por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero a Martín Insaurralde, exjefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires y candidato a concejal por Unión por la Patria, y el caso conocido como “Chocolate”, que involucra a los principales partidos en un caso de corrupción en la Legislatura bonaerense”.
“Ante este escenario los tres principales candidatos, en diferente grado y forma, buscan presentarse como un cambio frente a la realidad actual”, enfatizan.
Y señalan: “El caso más claro es Javier Milei, quien plantea romper con el sistema actual en términos económicos y políticos. El candidato se presenta como un outsider de la lógica política tradicional a la que denomina como la ‘casta’, lo que le ha permitido presentarse como una opción ‘innovadora’ que nuclea el ‘votorechazo’ y el desencanto de la ciudadanía”.
En tanto, el informe indica que Patricia Bullrich centró su campaña en “la necesidad de terminar con años de kirchnerismo”. “Sin embargo, considera que este cambio es factible dentro del marco político establecido. En su discurso busca destacar a su espacio como el único capaz de llevarlo a cabo pues asegura contar con el equipo técnico experimentado, con herramientas de gestión y con poder político real y suficiente a nivel subnacional y legislativo. Así busca diferenciarse de la estrategia disruptiva de Milei”, puntualizan.
Finalmente, al analizar la estrategia de Massa, resaltan que el candidato busca resaltar su “poder de decisión” y “buen diálogo con las demás fuerzas políticas” buscando así diferenciarse del actual gobierno liderado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a quienes “la opinión pública no asocia con estas características”.
Pero también busca contrastar con las propuestas de Milei: “Massa contempla este cambio manteniendo ciertas bases del modelo socioeconómico actual, como la educación y salud pública y el fortalecimiento de la industria nacional”, señala la organización.