La ministra de Seguridad, Patricia Bullirch, se perfila como la primera candidata a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires, postulación que condiciona la negociación con el PRO por una unidad en el distrito.
La figura de la funcionaria fue apuntalada por el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y tiene como segundo objetivo fijar una figura de peso en el Senado ante el apartamiento del gobierno de la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
“Patricia, haciendo una buena elección a senadora, puede estar posicionada para luchar por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, por ejemplo. Así que sí, yo creo que sería una buena decisión que se confirme esta presunción de que sea candidata a senadora”, señaló Francos.
Pero además la propia Bullrich avaló los rumores: “Por ahí me mandan al ring, estoy preparada, siempre voy a las batallas más difíciles”.
De esta forma, el oficialismo nacional ya instaló a su candidata, mientras orejea con el PRO una posible alianza, por el momento parcialmente aceptada por el jefe de la Ciudad, Jorge Macri.
Es que en la Ciudad de Buenos Aires se eligen tres senadores y 13 diputados por lo que desde la ingeniería electoral de ambos sectores sacan cuentas de cómo quedaría la relación de fuerzas en cada uno de los escenarios. En caso de ir juntos LLA y el PRO dividirían un senador por la mayoría para cada uno, quedando el restante para el peronismo. La expectativa de máxima sería LLA lleve los dos por la mayoría y el PRO pueda disputarle el de la minoría al candidato peronista. Similar especulación se realiza con la boleta de diputados y los lugares que ocuparía cada fuerza.
Un tema no menor en esta disputa es cuál sería el color de la boleta dado que Karina Milei pretende que sea “violeta” lo que significaría que el PRO resigne su identidad en el distrito. Según trascendió, esta pretensión ya se habría impuesto en Chaco, Mendoza y Entre Ríos.
El foco en PBA
La mesa política del Gobierno comenzó este miércoles a diagramar la campaña con miras a la elección legislativa en la provincia de Buenos Aires del próximo 7 de septiembre, anudando también las estrategias para la decisiva fecha de octubre cuando se definirán diputados y senadores nacionales.
El presidente Javier Milei se mantiene al margen de esta discusión y se concentra en la resolución de la economía, por estos días convulsionada por el alza de la tasa de interés y la presión sobre el tipo de cambio.
La estrategia política quedó en manos de Karina Milei, que le torció el brazo al asesor presidencial, Santiago Caputo al imponer su criterio en el armado de las listas bonaerenses.
La hermana del presidente encabezó en su despacho de la Casa de Gobierno una reunión para diagramar los primeros pasos de la campaña. Además de Caputo también estuvo Sebastián Pareja, el armador político en la provincia de Buenos Aires, y el diputado nacional José Luis Espert, quien será el primer candidato a la Cámara Baja por la Libertad Avanza en octubre.
La campaña tendrá como base emparentar a cada uno de los candidatos con la figura del presidente, a quien consideran como el único capaz de traccionar el ciento por ciento de los votos del espacio.
De allí el duro posteo que la semana pasada publicó Karina Milei exigiendo una absoluta lealtad a la figura presidencial. El argumento central es la victoria que obtuvo con esa estrategia Manuel Adorni en la Ciudad de Buenos Aires.
En este contexto, el desafío de Caputo será elaborar y coordinar el mejor plan electoral posible para cumplir el objetivo de derrotar al kirchnerismo en su bastión electoral. El escenario no es sencillo dado que el influyente asesor presidencial no fue quien definió a los candidatos.
Si bien la idea de los libertarios es esperar al 8 de agosto, fecha en la que deberán presentarse las boletas, para formalizar la campaña que enfrentará a los dos modelos en pugna, los roles ya están definidos.
Por un lado, Lule Menem y Pareja se abocarán al armado de las listas de cara a la elección nacional del 26 de octubre, con los límites para la presentación de alianzas y nóminas encima, mientras Caputo oficiará de jefe de las dos campañas que compartirán la estrategia.
Además de la vinculación con Milei, todos los cañones están apuntados a una polarización bajo el eslogan “kirchnerismo o libertad”.
En este esquema, Milei tendría apariciones muy puntuales y estudiadas para apuntalar a los candidatos en las diferentes secciones electorales.
Si bien el territorio bonaerense tiene particularidades irrepetibles en el resto del país de cara a octubre la idea será la misma: asociar directamente a Milei con el candidato que surja en cada provincia, tal como ya sucedió en elecciones anteriores, más allá de que hubo resultados dispares. En cambio, el contrapunto no sería tan acentuado en otros distritos que no sean el bonaerense.