La provincia de Córdoba continúa conmocionada por el brutal asesinato de Luna Giardina (24) y su madre, Mariel Zamudio, ocurrido el sábado en una vivienda de la capital provincial. El principal acusado es Pablo Laurta, expareja de Giardina y padre del hijo de cinco años que fue secuestrado tras el crimen y luego rescatado sano y salvo en Entre Ríos.
Laurta, de nacionalidad uruguaya, fue detenido este domingo en el hotel Berlín, en pleno centro de Gualeguaychú, mientras intentaba escapar del país. Según informaron las autoridades, planeaba cruzar el río Uruguay en una barcaza para ingresar de forma ilegal a su país de origen y eludir el pedido de captura internacional. El hombre, oriundo del barrio Buceo de Montevideo, fue interceptado por la Policía de Entre Ríos gracias a un operativo coordinado con la Dirección de Inteligencia Criminal de Córdoba.

El niño, que estaba con él al momento de la detención, fue hallado en buenas condiciones de salud y puesto a resguardo de equipos especializados en atención a víctimas.
El perfil del acusado: un militante antifeminista y referente de “Varones Unidos”
Más allá de su historial de violencia denunciado por Luna Giardina, Pablo Laurta mantenía una activa presencia pública en redes sociales, donde se mostraba como militante antifeminista. Era uno de los impulsores del colectivo uruguayo “Varones Unidos”, un espacio digital que promueve discursos contra el feminismo y la agenda de género.
El grupo, que tiene presencia en Facebook, Instagram y foros regionales, sostiene que los hombres son víctimas de un “sistema feminista” que los discrimina en temas como tenencia de hijos, denuncias judiciales y derechos parentales. En sus publicaciones, niega las desigualdades estructurales y relativiza la violencia de género, presentando a los varones denunciados como víctimas de falsas acusaciones.

Laurta usaba ese marco ideológico para justificar su conflicto con Giardina. En la cuenta de X (ex Twitter) de Varones Unidos, el posteo fijado era un artículo escrito por él mismo y titulado: “Cómo la justicia feminista de Córdoba legitimó el secuestro internacional de un niño desde Uruguay”.
En ese texto, Laurta acusaba a su expareja de “secuestro parental” y aseguraba que ella había desaparecido “sin mediar discusión alguna”. Afirmaba también que había recibido “extorsiones económicas” y que Giardina presentó una “falsa denuncia” para impedirle ver a su hijo. En su relato, sostenía que “funcionarias feministas” de distintas dependencias judiciales habrían actuado para “encubrir abusos” y legitimar el “secuestro” del niño.
Sus publicaciones personales también reflejaban un discurso de odio hacia el feminismo. En una de ellas escribió: “Las mujeres que defienden esos ideales pronto recibirán lo que merecen”. En otra afirmaba: “No hay futuro para una sociedad donde las mujeres tengan un estatus superior al de los hombres”.

Además, se mostraba admirador de figuras de derecha como Donald Trump y Javier Milei, y defendía públicamente al actor Johnny Depp durante su juicio contra Amber Heard, usando ese caso como ejemplo de “denuncias falsas”.
La denuncia de Luna Giardina
Antes del crimen, Luna Giardina había denunciado por violencia de género a Laurta tanto en Uruguay como en Argentina. En su presentación judicial, relató que él la manipulaba, la aislaba y ejercía control constante: no le permitía tener redes sociales, trabajar ni usar el celular.

Uno de los episodios más graves que mencionó fue un intento de ahorcamiento, hecho que la llevó a regresar a Córdoba junto a su hijo para alejarse definitivamente de su agresor.
Pese a esa denuncia, Laurta continuó hostigándola desde las redes sociales y utilizó su militancia en “Varones Unidos” para instalar públicamente su versión, negando los hechos de violencia y revictimizando a quien hoy es una de las víctimas del doble femicidio que sacude a todo el país.