Continúa el misterio alrededor de la pareja de jubilados que desapareció en Comodoro Rivadavia, Chubut, y de la que no se sabe nada hace 10 días.
Pedro Alberto Kreder de 79 años, y Juana Inés Morales, de 69, mantienen en vilo a cientos de personas involucradas en su búsqueda. La única pista concreta que tienen es la camioneta, que fue hallada atascada en un lugar inhóspito, por donde casi es imposible manejar.
Con el correr de las horas, la preocupación aumenta. Su familia mantiene la esperanza de que estén vivos, esperando el rescate. Pero las autoridades e investigadores les preocupan otros factores que empiezan a tener más peso con el paso de los días.
El antecedente del joven que desapareció en la misma zona que los jubilados
El caso de Pedro Kreder y Juana Morales, reavivó el recuerdo de una desaparición que tuvo final trágico en el mismo lugar. Hace casi dos años, ocurrió una desaparición que tuvo el peor desenlace, según TN.
Diego Barría desapareció en febrero de 2023 en la zona donde ahora buscan a los jubilados. La investigación, en ese momento, determinó que el hombre había salido en cuatriciclo, volcó y quedó inconsciente en una zona donde la marea avanza sobre la tierra. El agua arrastró su cuerpo hacia el mar, donde finalmente fue devorado por un tiburón. Dos pescadores encontraron parte de su cuerpo dentro de las vísceras del animal y lo reconocieron por los tatuajes: “En esa zona las mareas suben y copan el lugar”, explicó el periodista Ignacio González Prieto en Mediodía Noticias.

La palabra del ministro de Seguridad de Chubut
El ministro de Seguridad del Chubut, Héctor Iturrioz, resumió la principal preocupación que los aqueja en un solo breve concepto: “Ya son muchos días sin agua”. Así, el titular de la cartera enfatizó la gravedad del escenario sobre la desaparición de Kreder y Morales.
“La única esperanza que tenemos es que haya algún lugar que tenga agua dulce, que hayan tenido algún alimento porque de hecho lo llevaban”, indicó durante una entrevista con medios locales.
Por otra parte, se refirió a lo difícil que es llevar adelante la investigación, teniendo en cuenta las adversidades de las condiciones climáticas. Esto obstaculizó las tareas de rastreo, de hecho borró huellas y complicó la labor de los perros especializados.
“El viento acá fue intenso desde el mismo sábado que se perdieron. El domingo se sumó la lluvia. Esto realmente nos jugó en contra porque borra cualquier tipo de huellas”, explicó.

“No entendemos cómo llegó esa camioneta ahí”
El descubrimiento del auto fue clave para la búsqueda. Las hijas de los jubilados se mostraron sorprendidas por la ubicación del mismo: “A Camarones se va por ruta normal. No entendemos cómo llegó esa camioneta ahí. Es una travesía muy complicada”, señalaron.
Además, cuestionaron que al principio se haya descartado una investigación más profunda: “En los primeros días, solo se pensó que se encallaron y fueron a pedir ayuda, pero con eso se perdió la posibilidad de tomar huellas”. Dentro del vehículo se encontró una pala llena de arcilla, lo que sugiere que intentaron salir del barro, aunque sin éxito.
