Este miércoles, el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 4 dictó la pena de 21 años de prisión para Juan Alberto García Tonzo, policía responsable de la muerte de Bastian Escalante, un niño de 10 años, durante un enfrentamiento con motochorros. La decisión se conoció tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular hace dos semanas.
La decisión de la Justicia
El jurado entendió que García Tonzo es responsable de homicidio agravado por la muerte de Bastian y de tentativa de homicidio, en exceso de la legítima defensa, contra los cuatro asaltantes. En la audiencia, la fiscal Mariela Montero había pedido 25 años de prisión para el oficial, argumentando que “empleó su arma reglamentaria de modo imprudente, en un horario de altísima circulación de personas, en una zona con tres colegios y un club. Mostró desprecio por la vida ajena”.
Los representantes de la familia de Bastian y de la Comisión Provincial por la Memoria habían solicitado entre 33 y 35 años de cárcel. El defensor del policía, Enrique Bonomi, había pedido que la pena fuera reducida a un máximo de 5 años, por homicidio culposo.

Al tomar la palabra antes de la sentencia, García Tonzo expresó: “Estoy muy arrepentido. Si pudiera retroceder el tiempo, me hubiese gustado haber sido yo”, en referencia al momento del disparo.
Cómo fue el hecho
El 10 de julio de 2024, Bastian salía del club Barrio la Carne, Wilde, tras su entrenamiento de fútbol infantil. El nene iba en bicicleta a paso lento y acompañado por su madre, Johana Montoya. Caminaron una cuadra, llegaron a la esquina y doblaron. Eran cerca de las 20:30 hs: “Cuando doblamos, vimos que había una persona en la esquina y se acercaban dos motos. Vi a una persona sacar un arma. En ese momento me di cuenta que estaba pasando algo, un robo. Nos giramos con Bastian. Queríamos volver al club. Apenas lo hicimos, empezamos a escuchar disparos. Habrán sido 10 y venían de atrás mío”, declaró Montoya.
“La persona que iba en la moto (por García Tonzo) sacó un revólver y ahí giré para volver al club. Dos ladrones salieron corriendo y otros dos en moto. Los vi pasar. No vi que los chorros tuvieran armas. Antes de doblar en la esquina, Bastian se quejó. ‘Ma’, me dijo. Y se desvaneció y cayó al piso”, completó con la voz quebrada.