Un nuevo revés para el cura Julio César Grassi afecta su situación carcelaria y deberá cumplir pena hasta el 2028, extendiéndosele, de esta manera, dos años más.
Así lo resolvió la Cámara de Apelaciones de Morón, luego de un pedido efectuado por Juan Pablo Gallego, el abogado querellante.
Grassi, de 65 años, deberá pasar entonces en la cárcel otros cinco años más, sumándosele dos años extras a lo previsto en primera instancia. Así, su condena pasará a vencer el 30 de mayo de 2028, y no el 7 de agosto de 2026, como estaba pactada en un principio.
La pena de cárcel del cura Grassi
Julio César Grassi cumple condena de 15 años de prisión dentro de la Unidad Penitenciaria N°41 de la localidad de Campana, por haber sido acusado de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, dentro de la Fundación Felices los Niños, que él mismo manejaba. Los hechos ocurrieron a finales de 1996.
El propio abogado querellante, Juan Pablo Gallego, dialogó con Clarín y manifestó: “Es una satisfacción enorme. Dediqué 15 años a hacer justicia por las víctimas del caso Grassi y este fallo constituye un acto de justicia para ellas”.
Cabe recordar que Grassi fue condenado el 10 de junio de 2009, pero recién el 23 de septiembre de 2013 fue ordenada su detención.
Pero quedó desestimado por la Justicia el beneficio del “2x1″, al ser derogado, el cual se le había dado de manera parcial, fijándose la fecha en el mencionado 7 de agosto de 2026.
¿Por qué se le extiende la pena a Grassi?
El abogado querellante, Gallego, explicó que interpuso un recurso de apelación a este beneficio del “2x1″ que se le había otorgado parcialmente a Grassi.
Para argumentar esto, explicó que “se incurrió en errores materiales al contabilizar días en los cuales Grassi estuvo en libertad, y que no pudo haber sido detenido el día 23 de octubre de 2002, ya que ese día concurrió a un programa de televisión del Canal 9″.
Al mismo tiempo, agregó que “la prisión domiciliaria que se le impuso no constituyó ninguna restricción a su libertad, y que la detención que cumplía en la unidad carcelaria era solo aparente”.
De todos modos, su calidad de cura él la sigue manteniendo a pesar de cumplir con la condena, dado que la Iglesia Católica jamás lo expulsó.