El pasado 2 de julio, el subsecretario de Tecnologías para la Sostenibilidad, Ing. Franco Blatter, visitó el Club Nueva Unión Club, para ver la planta fotovoltaica del Club Nueva Unión, un recurso que abastece de energía solar a toda la institución. Gracias al programa Club Ambiental Solar y Educativo (CASE), los clubes de barrio tienen acceso a las energías renovables.
Los clubes son un espacio de formación, de encuentro y socialización, donde se forjan sentimientos fuertes de pertenencia a una comunidad. Vía Pérez dialogó con el subsecretario de Tecnologías para la Sostenibilidad, Ing. Franco Blatter, quien explicó con detenimiento el objetivo del programa: promover el uso de tecnologías renovables para abastecer parte del consumo de energía térmica o eléctrica.
Blatter aclaró que es un programa abierto para cualquier club de la provincia. A veces, el típico club de barrio se sostienen con mucho sacrificio, y en el caso del Club Nueva Unión, la planta fotovoltaica permite que el club genere y consuma su propia energía renovable, y a su vez la energía que no utilice se inyecte a la red de la EPE. Es decir que le permitirá al club un ahorro mensual en la factura eléctrica de no menos de 3.000 pesos.
25 años de vida útil para este tipo de instalaciones: un ahorro considerable
El acceso al programa requiere un formulario técnico, donde se presenta lo que quiere hacer el club y los papeles administrativos necesarios para poder recibir el aporte del gobierno. La documentación técnica la tiene que presentar un responsable técnico de las energías renovables. El mandatario animó a todos los clubes de Pérez y de las localidades vecinas a participar, articulando en lo posible con el Municipio, de manera que se les facilite la gestión
“Tenemos habilitado y proponemos la tecnología más sencilla de mantener, que son los paneles y calefones solares para generación eléctrica. El 65% de los clubes han seleccionado calefones solares con un impacto económico muy fuerte, especialmente cuando no hay gas natural en los clubes y se coloca en las zonas de los vestuarios”, afirmó el funcionario.
Además señaló que la idea es fortalecer el empleo verde en las localidades, y también ofrecen capacitación a los clubes para que puedan mantener las instalaciones, dada la importante inversión que se realiza. “La persona que instala esa obra, es responsable de la misma los primeros dos años de vida del proyecto”, afirmó.
Otra cosa interesante del programa es el triple impacto que tiene:
- En lo económico, porque es un ahorro para el club y es importante que puedan trabajar personas de las energías renovables fomentando así el empleo verde.
- En lo social, para democratizar el acceso a las energías renovables y que sea para todos.
- En lo ambiental, no solo para generar energía limpia, sino también para construir espacios deportivos mas sustentables.
Blatter remarcó que es muy importante la inversión ambiental y social, ya que muchas veces no se contempla en el recupero de una inversión. Este dato habría que ponerlo de alguna manera en la balanza. “Pusimos 300 mil pesos desde el Ministerio y hubo otro aporte que hizo el Municipio, es decir que la obra aproximadamente habrá costado unos 360 mil pesos”. Vale la pena volver a destacar que con dicha inversión el club podrá ahorrar en la factura de luz alrededor de 3.000 pesos mensuales, a lo largo de 25 años, que es la vida útil que tiene la instalación.
La idea es que el programa llegue a todos, a la trinchera de la sociedad, allí donde se contiene mucho a los chicos. En este contexto, añadió: “Hay clubes que por ejemplo, en la instalación de los calefones solares hacen la diferencia entre que el pibe se bañe o no se bañe, como también clubes que por generar su propia energía pudieron prender dos horas más las luces y dar prácticas de noche”.
El CASE articula con otro programa del Gobierno, el Programa Energía Renovable para el Ambiente (ERA), que, tal como lo explicó Blatter, “le permite a todos los usuarios de las redes eléctricas de la provincia, generar su propia energía renovable, consumir su propia energía, y poder inyectar y vender a la EPE o a las cooperativas eléctricas la energía que le sobra”.
“Se ahorra mucho dinero y se le suma energía renovable al ambiente. Ese programa los diseñamos en conjunto con la EPE y las cooperativas eléctricas, y de hecho ahora estamos en una línea que se llama “energía colaborativa”, y se consigue cuando muchas personas nos asociamos y construimos una planta de energía renovable”, finalizó.