Entrevista a Claudio Kadur: “Siempre volví a Diamante para devolver lo que aprendí afuera”

El productor, músico y docente Claudio Kadur responsable de Estudio Río repasa su trayectoria desde sus comienzos en Santa Fe hasta su regreso a Diamante, donde creó un estudio de grabación y una radio que se convirtieron en referencia para el folklore regional.

Entrevista a Claudio Kadur: “Siempre volví a Diamante para devolver lo que aprendí afuera”
Claudio Kadur, Estudio Río, Diamante, Entre Ríos.

Con anécdotas de trabajos junto a Antonio Tarragó Ros entre otros artistas, Vía Paraná estuvo en Diamante con “El Turco” hablando de la formación de su hijo en el mundo audiovisual y el auge del streaming, Kadur revela cómo logró transformar su pasión en un proyecto que combina música, innovación y arraigo.

—Claudio, ¿por qué Diamante? ¿Qué significa este lugar para vos?

Por qué este lugar es Diamante y mi lugar en el mundo. Muy simple. Me criaron así: a amar de dónde uno viene. Nosotros los diamantinos amamos el folklore, amamos nuestra tierra. Uno también vuelve a su lugar natal para devolver un poco de lo que aprendió afuera.

Yo viví en Santa Fe siete años, pero hace 25 años decidí volver y volcar acá lo que había aprendido. Armé una radio, un estudio de grabación, siempre ligado a la música. Con el tiempo, todo fue evolucionando: hoy hacemos streaming y seguimos adaptándonos a los tiempos que corren.

—¿Esa evolución también tuvo que ver con tu experiencia en los grupos musicales?

Sí, puede ser. Esa apertura mental de entender la evolución la viví tocando en grupos. Hoy la vuelco también en la docencia, algo que nunca me animaba a hacer. Estoy dando capacitación para adultos en medios multimediales. Es lindo que otros aprendan y puedan generar sus propias oportunidades o incluso trabajar en equipo.

—Si tuvieras que elegir un top tres de momentos que te marcaron, ¿cuáles serían?

Sin dudas, haber tocado en un grupo como Pancho y la Sonora Colorada, donde aprendí muchísimo: cómo m anejarse en un escenario, cómo manejar sonidos, cuestiones artísticas y técnicas que hoy aplico en el estudio. Otro momento fue cuando Antonio Tarragó Ros me eligió para mezclar varios discos acá en Diamante. Buscaba un sonido litoral entrerriano y confió en mi trabajo. Fueron cinco discos en total, uno de ellos sobre las papeleras.Y un tercer hecho fue acompañar a mi hijo. Lo formamos como músico, pero él se volcó a la producción y dirección audiovisual.

—Hablemos de los músicos que pasaron por tu estudio. ¿Qué rescatas de ellos?

Siempre digo que el estudio también es un poco como un consultorio psicológico para los músicos. Vienen, graban y también comparten sus inquietudes. Nos ayudamos mutuamente: desde arreglos hasta cómo manejarse en lo artístico y en redes. Hoy los músicos se autoproducen, no esperan a que una compañía los descubra en Cosquín. Grabamos sobre todo folklore. Pasaron artistas como Los Príncipes, Gerardo Farías, Las Voces de Montiel, Los Arbolitos o Efraín Colombo. Algunos graban en sus casas y me mandan el material para mezclar, por costos de traslado.

—Con tantos años de trayectoria, ¿qué es lo que más disfrutás hacer?

Yo soy pianista, estudié piano. Después pasé al teclado y a hacer arreglos. Pero si hay un instrumento que me hubiese gustado dominar más es el acordeón. El acordeón tiene algo único: cada músico suena distinto y se lo puede reconocer. Eso me fascina.

—Hoy, además de grabar, estás muy ligado al streaming. ¿Cómo ves ese futuro?

Nosotros hacemos streaming desde 2018, cuando no era boom todavía. Hoy cambió la estética: ya no es una o dos cámaras, ahora es televisivo. Estoy convencido de que llegó para quedarse. Mi idea es ampliar el estudio y alquilar el espacio para que otros puedan producir sus programas acá.

—¿Qué metas tenés de acá a cinco años?

No pienso tan a largo plazo, voy viendo sobre la marcha. Ahora acompaño a mi hijo en su cierre de estudios. Tengo trabajos en Buenos Aires que requieren inversión, pero la meta es seguir ampliando el estudio y mantener el streaming como eje.

—¿Querés agradecer a alguien en particular?

A mi familia, desde mi viejo hasta mi señora y mi hijo. También a mis amigos de fierro, que siempre están para acompañar mis ideas, incluso las más locas. Ellos saben que cuando me propongo algo, lo hago.