Declaraciones cruzadas tras la denuncia por abuso y acoso que realizó Nahir Galarza en contra de una de sus compañeras del pabellón que ocupa en la Unidad N° 6 de Paraná. La joven condenada por el crimen de Fernando Pastorizzo asegura que fue manoseada y la acusada, Ludmila Soto, sostiene que Galarza la amenazó de muerte.
"Una compañera me contó que cuando me bañaba, esta chica se subía a una silla para espiarme y verme desnuda, porque el baño no tenía techo. Y que a veces me miraba por una mirilla. Una vez me manoseó", sostuvo Galarza según detalla Infobae.
La joven en diálogo con Mariana Fabbiani había comentado sobre esta situación. "Durante mucho tiempo estuvo atrás mío, se me tiraba. Al principio yo pensé que estábamos jodiendo porque teníamos una muy buena relación. Estamos en el mismo pabellón. Después ella se empezó a confundir y yo le aclaré que me encantaba ser su amiga, pero que a mí me gustan los chicos. Entonces se enojó y se cortó la relación", sostuvo Nahir.
La denuncia quedó en manos del fiscal Pablo Zoff, quién llamó a declarar otras reclusas y señaló que hay contradicciones ya que algunas sostiene que la versión de la joven de Gualeguaychú es inventada y otras sostiene que Soto le tocó la cola.
Una de las que apoyó la versión de Galarza fue Yanina Lescano, detenida por la muerte de su hijastra de dos año, quién sostuvo que "había cierta obsesión con ella, por su fama y su belleza, no creo que haya sido abuso, acoso podría ser".
La acusada remarcó: "¿Que abusé de ella? Es mentira. Lo dice para defenderse de lo que yo sé: Nahir Galarza tenía un plan con su padre para fugarse porque no piensa estar 35 años acá y además dijo que si la seguía molestando iba a ahorcar con una toalla a una de mis compañeras, Griselda Bordeira".