La comunidad de San Ignacio, se encuentra consternada tras la trágica muerte de Graciela Soto (49), esposa de un sargento primero de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA).
Lo que parecía ser un caso de suicidio dio un giro inesperado tras los resultados de la autopsia, que revelaron que su muerte fue causada por asfixia por estrangulamiento, desatando así la indignación y la demanda de justicia por parte de los ciudadanos.
El esposo de la víctima, Jorge César P. (55), sargento primero de GNA en el Escuadrón 11 “San Ignacio”, fue quien descubrió el trágico suceso al regresar de una guardia. Sin embargo, la investigación ha tomado un nuevo rumbo y el gendarme ha sido citado para prestar declaración testimonial en calidad de testigo ante el Juez de Instrucción 1 de Jardín América.
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Los detalles alarmantes revelados por la autopsia, que incluyen signos de arrastre post mortem y marcas notorias de estrangulamiento en el cuello de Graciela Beatriz Soto, han descartado la hipótesis inicial de suicidio, generando una ola de exigencias de justicia por parte de la comunidad.
Además, en la vivienda donde convivían, no se encontraron indicios de robo ni faltantes de objetos de valor, eliminando la posibilidad de un homicidio en un intento de robo.