En la jornada de ayer, el ex agente de la Policía de Misiones J. D. S. (26) fue condenado a 9 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal, grooming y promoción de la corrupción de un menor de edad agravado en perjuicio de un niño de 11 años.
La declaración del pequeño en Cámara Gesell y el resultado de las pericias telefónicas fueron lapidarias para la defensa del ex agente, quien reconoció su culpabilidad en un juicio abreviado. Si bien estaba previsto el debate oral, ante la contundencia de las pruebas en su contra, en la víspera el acusado optó por aceptar los cargos y así evitar la exposición que hubiera implicado sentarse frente al Tribunal Penal Uno de Oberá.
Del acuerdo suscripto con la fiscalía participaron Solís y su defensor particular, el reconocimiento del delito significó un beneficio en cuanto a la disminución de la pena que estipula un máximo de 20 años de cárcel.
La denuncia que disparó la acusación fue radicada por la madre del chico ante la Comisaría de la Mujer de Oberá en abril de 2020.
El condenado y la víctima eran vecinos en la localidad de Guaraní, circunstancia que el primero aprovechó para concretar los abusos.
La declaración de la víctima en Cámara Gesell sentó las bases de la grave acusación. Pero lo que resultó determinante fue el análisis de los teléfonos celulares de ambos, ya que se hallaron pruebas aberrantes e irrefutables contra el ex uniformado.
El acusado permanece detenido desde abril de 2020, primero en la Seccional Quinta de Oberá y luego quedó alojado en el pabellón para ex policías de la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, donde cumplirá la condena.
