En una impactante tragedia que ha conmocionado a la comunidad de San Vicente, un episodio de violencia desencadenó un acto de suicidio en la tarde de ayer. El incidente tuvo lugar alrededor de las 16 horas en Picada Maderil, ex km 1268 de la Ruta Nacional N°14.
El pasado domingo, Anabela Irma F. de 29 años, había denunciado a su esposo, Omar Ramón Lemes, de 42 años y apodado “Monchi”, por agresiones físicas, lo que llevó a la emisión de una orden de alejamiento. Trágicamente, el destino volvió a reunir a la pareja en circunstancias trágicas.
Anabela se encontró realizando labores de limpieza en la casa de sus padres, ubicada en el mismo terreno, en compañía de sus dos hijos. Mientras tanto, su padre, Salvador F. de 64 años, se dirigía a verificar la situación de un ternero que se había soltado. Al regresar, informó a su esposa, Hilda C., de 54 años, que alguien había retirado la soga que sujetaba al animal.
Minutos después, un grito desgarrador alertó a la familia. Nicol L., la hija de Anabela de tan solo 12 años, corrió hacia sus abuelos con la noticia de que su madre estaba gravemente herida y sangrando. Al llegar a la casa de su hija, la escena era aterradora: Anabela F. yacía en el suelo ensangrentada, con múltiples heridas de arma blanca y un severo golpe en la cabeza, aparentemente infligido con una pata de cabra. Rápidamente, la mujer fue trasladada al hospital local, donde su estado se mantiene crítico con un pronóstico reservado.
Hasta ese momento, no se tenía información sobre el desfile del agresor, quien presumiblemente creyó que Anabela había fallecido y se retiró del lugar. Sin embargo, poco después, la familia recibió una llamada impactante. Michel F. otra nieta de la víctima, informó que Omar Lemes se había suicidado en una chacra cercana, utilizando una soga que se había retirado del ternero. La policía se movilizó de inmediato al lugar y aseguró los elementos utilizados en el incidente, incluyendo un cuchillo y la soga mencionada. Además, se tomaron declaraciones a los familiares de la víctima.
El caso ha quedado bajo la jurisdicción del Juzgado de Instrucción Penal N°3, Secretaría N°1 de San Vicente, que ha ordenado las diligencias correspondientes para esclarecer este trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad.