Conmoción por un femicidio seguido de suicidio en Dos de Mayo

El hecho ocurrió el pasado viernes, cuando Marli Koenemann, de 58 años y Waldomiro De Freitas de 70, fueron encontrados muertos en su vivienda. La autopsia confirmó que la mujer fue asesinada a escopetazos.

Conmoción por un femicidio seguido de suicidio en Dos de Mayo
Conmoción por un femicidio seguido de suicidio en Dos de Mayo.

El tranquilo pueblo de Dos de Mayo fue sacudido el pasado viernes por un suceso trágico que dejó a la comunidad consternada. Waldomiro De Freitas, un hombre de 70 años, llevó a cabo un acto de violencia extrema que resultó en el femicidio de su esposa, Marli Koenemann, de 58 años, para luego quitarse la vida.

El dramático episodio tuvo lugar en la residencia de la pareja, ubicada en el kilómetro 961 de la ruta nacional 14. De Freitas, aparentemente informado sobre la hora exacta de la llegada de su esposa, la esperó en el patio con una escopeta calibre 12.70, tipo itaka, desencadenando así una tragedia que ha conmocionado a la comunidad.

Alrededor de las 18.30, con la zona sumida en la penumbra después de que De Freitas disparara al transformador de la red eléctrica, Marli regresó a casa sin sospechar el fatal desenlace que la esperaba. Sin mediar palabra, De Freitas disparó repetidamente, perturbando la tranquilidad del vecindario con detonaciones que resonaron.

Los vecinos, alertados por la interrupción del servicio eléctrico, fueron testigos del trágico descubrimiento cuando la policía llegó al lugar. Ambos cuerpos fueron encontrados en el suelo de la residencia. La autopsia reveló la brutalidad del ataque, indicando que Marli sufrió heridas en todo el cuerpo, incluyendo una fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica.

De Freitas, tras cometer el femicidio, decidió poner fin a su propia vida con un disparo en el cuello, que resultó en el estallido de su cráneo. En la escena del crimen se encontró una botella de whisky vacía, sugiriendo la posibilidad de que el agresor estuviera bajo la influencia del alcohol.

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Las primeras investigaciones apuntan a que la relación de la pareja estaba marcada por celos enfermizos. Mientras Marli viajaba con frecuencia a Brasil para visitar a su familia y realizar actividades comerciales, De Freitas se dedicaba a la agricultura, cultivando tabaco según los registros oficiales.

La pareja deja a dos hijas, sumiendo a la comunidad en un estado de shock. Las autoridades continúan investigando los detalles que rodean este trágico suceso.