Una mujer que denunció a su expareja luego de que su hija de 13 años le confesara que era violada por el sujeto, denunció que es víctima de constantes amenazas que provendrían desde el entorno familiar del acusado. La denuncia fue radicada en la Comisaría de la Mujer de Oberá.
"Llaman a mi trabajo, me insultan y dicen que les voy a pagar. Estoy viviendo un infierno y, para colmo, me amenazan con total impunidad", lamentó preocupada la mujer ante El Territorio y agregó que además del temor que siente por la seguridad de sus hijas, los llamados a su lugar de trabajo también la perjudican laboralmente.
"Me están haciendo mucho daño y ahora tengo miedo de perder mi empleo, porque mis patrones están preocupados ya que no saben de qué es capaz esta gente. Soy el único sostén de mis hijos y tengo que trabajar para mantenerlas. Para colmo, con lo complicado que está todo por la cuarentena", explicó la víctima.
La niña abusada tiene 13 años y es la hija mayor de quien era concubina del acusado. A su vez, la pareja tuvo dos varones, de 6 y 2 años. La denuncia por abuso fue radicada el 21 de octubre del año pasado. El acusado, identificado como Ramón E. (33), fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y se halla detenido en la Seccional Cuarta de Oberá.