A través de su propia historia de vida, Josefina Pelegrina, una actriz oriunda de Neuquén que a los 30 se fue a vivir a México, cuenta la vida de un migrante en un documental que ella misma filmó.
La joven comenzó a filmar su proyecto con un IPhone, en el que muestra sus días en Campeche, una ciudad ubicada en la Península de Yucatán, y al mismo tiempo muestra imágenes de distintos lugares de Argentina, su país natal.
“El documental se llama ‘Memorias de nuestros pasos’ y trata sobre todo el proceso de migración en mi familia para poder entender desde lo particular el fenómeno de la migración”, contó la actriz en diálogo con el medio “LM Neuquén”.
A los 15 años, Josefina decidió irse a vivir a México, lugar al que su padre había migrado dos años antes. Siendo apenas una adolescente, dejó la casa en la que vivía junto a su mamá y su hermano, su colegio, el equipo de handball con el que entrenaba y a sus amigas, en busca de nuevas experiencias.
Después de siete años, la joven viajó a la Argentina y decidió visitar las distintas provincias en donde vive parte de su familia. “Estuve recorriendo Córdoba Capital, Villa María, regresé al pueblo de mis abuelos en Arroyo Cabral, después me fui a Neuquén y fue el reencuentro con los lugares de la infancia, con amigos, compañeros de la secundaria, la primaria, de handball que era el deporte que practicaba”, contó sobre los momentos de su vida que refleja en el biodocumental.
A raíz del viaje que hizo por el interior del país, en el que visitó los lugares en donde viven distintos integrantes de su familia, llegó a la conclusión de que “Lo que me interesaba a mí era darme cuenta que consciente o inconscientemente yo estaba ejerciendo un patrón que era el de migrar y ahí surgen las tres preguntas centrales de mi proyecto que son: ¿por qué migramos? ¿por qué nos vamos del sitio que habitamos? ¿cuáles son las razones que nos hacen querer partir, querer buscar otro horizonte? el segundo eje es ¿por qué escogemos el lugar al que migramos? ¿qué de ese lugar nos invita a llegar, a querer buscar trabajo, a querer conocer gente, a adaptarnos a los espacios?. Y en tercer instancia es ¿por qué nos quedamos, por qué escogemos ese sitio para asentarnos, para echar raíces, para tener casa, hijos, desarrollarnos profesionalmente?”.
Sin embargo, Josefina siente un gran amor por su país. “Cada vez que voy a la Argentina, Argentina tiene un poder de imán tan grande que me atrae mucho y siempre me hace querer estar ahí o querer volver, o recuperar otra vez la cultura, la tradición familiar, los lazos afectivos, las dinámicas sociales”, cuenta.
Y agregó: “Es un viaje para tratar de responder a las preguntas dónde quiero estar y dónde voy a estar, o qué tengo que hacer para estar en los lugares que quiero estar, porque eso también es mucho lo que le pasa al migrante, tiene que ver fragmentado: una parte de sí está en el país de origen, otra parte de sí en el país al que fue, hay familiares en otras partes”.
Su proyecto ya superó la primera etapa con la aprobación del Instituto Mexicano de Cine y está a la espera de obtener una financiación, que se aprobaría a mitad de año.