Vecinos de Cipolletti se vieron sumamente conmovidos al conocer la triste historia de un dogo argentino que vivía en el refugio "Guardería Canina de la Isla del Jordán". El animal presentaba una discapacidad que le impedía escuchar y como consecuencia ladrar. Fue adoptado dos veces pero sus dueños no lo aceptaron por su condición y lo devolvieron al hogar.
Una segunda adopción frustrada fue lo que motivó a las proteccionistas a expresar, por medio de las redes sociales, la triste situación. Además de expresar la indignación porque la familia adoptiva conocía el padecimiento del can. La publicación alcanzó gran repercusión y de inmediato decenas de personas de todas partes del país se pusieron en contacto con la guardería.
La historia resultó tan conmovedora que llamaron desde Santiago del Estero, Formosa y hasta Bariloche para poder buscarlo. Finalmente encontraron la familia ideal, donde dos de sus miembros son hipoacúsicos. Se trata de un matrimonio con dos hijas y que ya tienen dos perritas Maruca y Chuleta.
Las voluntarias del refugio se mostraron entusiasmadas e indicaron al medio Imneuquén que la decisión de entregarlo a esta familia es acertada ya que "están muy familiarizados con la discapacidad y, por eso, saben muy bien como comunicarse con otros recursos y estrategias. Todos ellos viven en una casa con patio cerrado y los animales disponen de un sillón para recostarse cómodamente.
"Enseguida lo aceptaron como un integrante más de la familia. El dogo revisó la casa, corrió por todos lados, veía su reflejo en una ventana y ladraba; y ya se hizo amigo de las perras", comentó una de las voluntarias.
Un verdadero final feliz para un animalito que no podía encontrar un hogar fuera del refugio, en donde en la actualidad viven 500 perros. Pero su carita le basto para ganarse la simpatía de los cipoleños que hicieron fila para conocerlo y tener una oportunidad de adoptarlo.
Desde el refugio enviaron los agradecimientos a cada uno de los que hicieron posible que este pequeño encuentre un hogar.