Un comisario de abordo generó momentos de tensión en los controles de Necochea. El hombre que vive en Capital Federal quiso ingresar con un permiso para "asistencia de un adulto mayor" pero no pudo tenía mal los datos. Al día siguiente, volvió a intentarlo pero escondido en el baúl del auto.
Se trata de un empleado de Austral que reside en Parque Chacabuco y sostuvo que su visita a Necochea era para "arreglarle el calefón a mi mama", detalla Clarín.
Sebastián L. sacó el permiso por 48 horas como personal "especial esencial" para "asistencia de un adulto mayor" pero en el mismo figuraba que tenía que ir a la "ciudad de Quequén, partido de Lobería". Por este motivo, los inspectores de tránsito no lo dejaron ingresar.
Ante la negativa, se fue a comer a una estación de servicio ubicada sobre la Ruta Provincial 88. Al día siguiente, en el mismo horario, volvió a insistir con ingresar a Necochea pero esta vez escondido en el baúl del auto.
Los agentes de control eran los mismos que el día anterior. Estos identificaron al Peugeot 207 pero el conductor era otro: un peluquero de 61 años con domicilio en la ciudad balnearia.
Al ser consultado por el dueño del auto, el hombre aseguró que se volvió a Buenos Aires sin dar detalles de cómo lo hizo. Esta situación sospechosa generó dudas a los oficiales pero como no tienen potestad para abrir baúles lo dejaron ingresar.
Pero notificaron a la DDI local para que estén al tanto de lo ocurrido. Ante esta situación, policías se dirigieron a la casa de la madre del comisario de abordo en la localidad lindera y allí Sebastián admitió que ingresó escondido.
La felicidad de su madre se vio opacada por la demanda en contra de su hijo por violar la cuarentena. Ahora ambos están aislados, lo mismo ocurre con el peluquero, que también tiene una imputación en su contra.