Fernando Figueroa, acusado de doble homicidio por atropellar y asesinar con un hacha a una pareja amiga cuando volvían de paseo por Uspallata, será llevado a juicio por jurado. El hombre de 45 años arriesga una pena de presión perpetua.
Figueroa fue acusado bajo la calificación de doble homicidio agravado por alevosía, por atacar y asesinar a Adela Rodríguez (46) y Cristian Fernando Ivars (45), dos amigos con los que había compartido un asado en la montaña la noche anterior. Y por amenazar a su novia para que no contara nada de lo ocurrido.
La jueza Patricia Alonso tomó la decisión este viernes en una reunión pactada a la cual la defensa no se presentó, por lo que la magistrada decidió elevar a juicio.
Cómo sucedió el espeluznante homicidio
El hecho ocurrió en la mañana del 16 de abril del 2021 cuando dos parejas se dispusieron a pasar el día en Uspallata. Luego de comer un asado y tomar bebidas alcohólicas, emprendieron el regreso a la Ciudad.
Fernando Figueroa conducía alcoholizado su vehículo Renault Scénic, por lo que tuvo una discusión con Cristian Ivars quien le recriminó por conducir con negligencia. La pareja de amigos terminaron bajándose del auto, quedando a un costado de la ruta 7.
El acusado los atropelló, avanzó unos metros y se volvió. Allí fue cuando sacó un hacha y los asesinó. Luego amenazó a su pareja y la obligó a subirse al auto para huir.
Ivars y Rodríguez fueron encontrados por un camionero que los vio tirados a la vera del camino, a la altura del kilómetro 1.125 de la ruta internacional. Él aún estaba con vida, aunque murió cuatro días después. Ella falleció en el acto, según la autopsia.
Acto seguido, el sindicado y a su novia fueron encontrados por la policía en Uspallata, parados en el auto en la ruta 52 y frente al barrio Las Bóvedas. Tras ser entrevistados, la mujer rompió en llanto y contó todo lo sucedido.
Tras el relato, constataron que el coche estaba chocado, tenía el parabrisas roto y en el baúl, entre los utensilios de asado, también estaba el hecha que resultó ser el arma homicida.
Con estos fuertes indicios y varios testimoniales, la fiscal Andrea Lazo sustentó la prisión preventiva en la causa y fundamentó el agravante de la alevosía, ya que el ataque a las víctimas fue cuando éstas estaban en el piso, en estado de indefensión. Estos criterios fueron compartidos por la jueza quien confirmó el arresto del acusado en el penal.