Reactivación en Mendoza: creció la demanda eléctrica de las empresas

Hasta el mes de julio de este año las compañías mendocinas consumieron 2,3% más de energía que en 2020.

Reactivación en Mendoza: creció la demanda eléctrica de las empresas
La actividad metalúrgica en Mendoza fue una de las que mas aumentó el condumo de energía durante los primeros siste meses de este año. Gentileza BCR news

Según un estudio dado a conocer por el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), en los primeros siete eses de este año la demanda de electricidad por partes de las empresas mendocinas creció 2,3%. La cifra es un indicador clave para señalar como funciona el nivel de actividad económica en la provincia.

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Cuando las empresas consumen más energía, significa que están produciendo más y cuando utilizan menos, se deduce que existe una caída de su nivel de actividad.

La demanda eléctrica continúa siempre la misma tendencia del Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia, salvo raras excepciones, como cuando el sinceramiento de las tarifas condujo a una menor demanda por la introducción de procesos de trabajo más eficientes en materia energética.

El estudio del EPRE

El informe del EPRE indica que entre enero y julio de este año el sector productivo de Mendoza demandó 1.377.339 MWh (megawatt hora) de energía, 31.155 MWh más en el mismo período del año pasado. Sin embargo, la mejora no fue pareja entre todos los sectores. A algunos les fue muy bien y a otros muy mal. Entre las 19 actividades económicas más importantes, diez crecieron y nueve tuvieron resultados negativos.

Las industrias básicas de hierro y acero fueron las que más crecieron, tuvieron un aumento del consumo del 185,4%, pero también demandaron más energía que en igual período de 2020, los eleboradores de vino, con 7,6& de crecimiento y la refinería de Luján de Cuyo con el 0,8% más.

Estas actividades mencionadas explican casi el 25% del total de energía consumida por el sector empresario según publicó Los Andes.

Otros sectores que también crecieron, pero tienen una participación menor en el mercado fueron los de la construcción, 21,4% más; la administración pública, 2,4%; la captación y depuración de agua, 1,6%; venta al por menor de combustible con el 10,2%; el cultivo de uva para vinificar, 2,5%; producción de conservas de frutas, 28,9% y la elaboración de cerveza, 14,9%, siempre hablando de la comparación entre la energía eléctrica consumida en los primeros siete meses de este año y la demandada en igual período de 2020.

Otras actividades, en cambio, mostraron una caida, como el caso de la extracción de petróleo crudo, el rubro más importante en lo que a demanda eléctrica se refiere ya que consume el 25% del total. Ese sector sufrió una retracción del 13,1% en el período analizado. Si la baja hubiera sido menor, el resultado general sin duda hubiera sido mejor.

Otros sectores que demandaron menos electricidad que el año pasado fueron la fabricación de productos plásticos, con -7,1% y la fabricación de envases de vidrio -0,3%, que tras el incendio sufrido por Verallia seguramente continuará la misma tendencia.

También cayeron la venta en hipermercados -5,3%; los servicios personales -5,9%; la hotelería -16,3%; los servicios de telefonía -9,5% y la elaboración de soda y aguas -10,8%.

Opinión de los protagonistas

Juan Manuel Gispert, gerente ejecutivo de la Federación Económica de Mendoza (FEM), explicó que los indicadores de demanda eléctrica adelantan el nivel de actividad de la provincia. “Un consumo alto -aunque no se refleje en la facturación- habla de mayor intensidad del trabajo de la industria”, detalló el directivo.

Por su parte, Juan Viciana, vicepresidente de la Unión Industrial y comercial de Mendoza (UCIM) indicó que “No es fácil poder atribuir el aumento de la demanda a una sola causa, cuando tenemos una economía tan desordenada. Hay actividades industriales en la provincia que han vivido con diferente intensidad los efectos de la pandemia y vieron acelerarse o no su actividad al realizarse la reapertura tras el Aislamiento obligatorio (ASPO)”

“Hay empresas que pareciera que tuvieron una ventaja competitiva, pero a otras el rebote los tomó de forma moderada. Esa disparidad también se refleja en los aumentos tarifarios”, concluyó el ingeniero de la UCIM..

En tanto, consultado por Los Andes, Milton Kuret, director de Bodegas de Argentina, analizó el aumento de la demanda eléctrica por parte de los elaboradores de vino y dedujo que “tal vez en 2021 elaboraron más bodegas que en 2020″. Sin embargo, advirtió que “el crecimiento interanual industrial puede ser engañoso, porque el año pasado Mendoza atravesaba la crisis sanitaria de la pandemia, y la industria había asimilado cierto grado de inactividad”.

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Arturo González, presidente de la Cámara de Turismo de Mendoza, aseguró que no le sorprende el dato de la caída del 16,3% anual en el consumo de energía eléctrica de su sector, porque muchos hoteles y restaurantes pidieron en Edemsa una reducción de la potencia en cuanto inició la pandemia. “La falta de ocupación y de trabajo propiciaron esta decisión; pensemos que la escasa ocupación hotelera se ve reflejada en menos habitaciones con luces prendidas, menos equipos de aire funcionando y menos heladeras con mercadería para los desayunos. Algo similar ocurre con los restaurantes”, señaló.

“Hasta el momento algunos hoteles no volvieron a pedir el aumento de potencia, teniendo en cuenta que a una potencia asignada le corresponde un costo fijo más uno variable, y todavía no sabemos cómo va a ser la recuperación de los hoteles en cuanto a ocupación”, destacó el dirigente del área de Turismio, pero aclaró que “la reapertura del turismo podría mejorar las perspectivas”.