Rainbow Warrior, una joven águila coronada que llegó al Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires en mayo de 2021, fue liberada en Mendoza. Dos pobladores la encontraron herida, con el pico destrozado, lo que no le permitía comer y estaba baja de peso. Tras ser intervenida, necesitó un trabajo de rehabilitación para recuperar los músculos de sus alas.
El águila coronada, que fue intervenida en el Ecoparque porteño, donde otras doce aves se recuperan para luego volver a su hábitat natural, será monitoreada durante ocho semanas.
El rescate de Rainbow Warrior, el águila coronada de Mendoza
Apeas la vieron, no demoraron en pedir intervención a los guardaparques de la Reserva de Biosfera Ñacuñán, ubicada en el departamento de Santa Rosa. Desde allí informaron el hallazgo a las autoridades locales de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la Provincia de Mendoza.
Inmediatamente fue trasladada al Ecoparque de Mendoza, donde recibió los primeros auxilios. Luego, fue derivada al Centro de Rescate S.O.S. Acción Salvaje en San Carlos, desde donde se comunicaron con el Ecoparque porteño para evaluar la salud del animal y coordinar su traslado.
“Trabajamos en conjunto con diferentes organizaciones de todo el país para recuperar las especies amenazadas o que necesiten intervención médica. Este caso de éxito es un claro ejemplo de cómo podemos hacerlo juntos, cada uno realizando su mejor aporte para cuidar nuestra biodiversidad”, dijo Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la Ciudad.
Durante la revisión médica, descubrieron que el águila tenía una fractura de mandíbula que le impedía alimentarse por sí sola, por lo que se decidió que fuera derivada al Ecoparque de Buenos Aires para intervenirla quirúrgicamente y reconstruir esa zona de su boca.
Esta cirugía, que resultó exitosa, fue la primera realizada en esta especie, lo que significó un importante logro para los profesionales. Los veterinarios trabajaron para recuperar su peso e iniciar el proceso de rehabilitación.
Debido a que es un águila juvenil de menos de un año de edad, su rehabilitación se llevó a cabo a través de vuelos de musculación para recuperar fuerza al mismo tiempo que evaluaban su maniobrabilidad ante su visión afectada, realizando vuelos con obstáculos.
Por otra parte, se evaluó su comportamiento natural ante otros individuos de la misma especie. “Las liberaciones siempre son los momentos más significativos de los rescates porque tiene por detrás el trabajo articulado de muchísimos actores y significan un paso importante en la protección de nuestros ambientes”, consideró Federico Iglesias, responsable del Ecoparque porteño. En el lugar hay otras cinco águilas coronadas en proceso de rehabilitación.
El águila coronada
El nombre de la especie es Buteogallus coronatus y se encuentra en peligro de extinción. Se estima que existe una población global menor a mil aves adultas (IUCN, 2016), con una tendencia decreciente. La pérdida de hábitat, la persecución directa, el ahogamiento en tanques de agua y la electrocución en tendidos eléctricos son algunas de las amenazas que sufre.
Dos de las principales amenazas para la especie (la electrocución en tendidos eléctricos y los ahogamientos en los tanques de agua), son materia en la que ya se está trabajando en Mendoza desde los últimos 5 años para prevenir este tipo de accidentes.
El primer rescate de un individuo de la especie se produjo en 2004 y desde entonces se rescató y rehabilitó a otras doce. La Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Provincia de Buenos Aires también ha participado activamente en otras seis derivaciones, permitiendo la logística para que águilas coronadas de otras cuatro provincias lleguen a destino a tiempo para salvarlas.
Además, el equipo multidisciplinario integrado por las autoridades de aplicación en materia de fauna silvestre de Mendoza, Áreas Naturales Protegidas, el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA) de CONICET Mendoza, Fundación Cullunche, el Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires, S.O.S. Acción Salvaje, Fundación Caburé-í, Centro de Recuperación de Fauna Silvestre “La Florida” de la Provincia de San Luis y el Centro para el Estudio y Conservación de Aves Rapaces de la Argentina de la Universidad Nacional de La Pampa (CECARA), se mantiene como una red de rescate.