En plena Festa in Piazza, el festival gastronómico de los italianos en Mendoza, que inició este 28 de febrero, te contamos la historia de Gianni Zaccaria, un mendocino de 61 años descendiente de padres italianos que inmigraron en 1955. Orgulloso de sus raíces, contó a Vía País cómo se conocieron sus padres y cuando llegaron a Mendoza, para hoy en día conformarse como representantes de la comunidad italiana en la provincia.
El padre de Gianni, Nikola Zaccaria, llegó al puerto de Buenos Aires con su familia en 1955, poco tiempo antes del golpe de estado que derrocó a Perón. Ellos eran oriundos de Chisternino, un pueblo ubicado en la región de Puglia conformada por el “taco” de la bota que representa la forma de Italia.
Partieron desde el puerto de Nápoles y arribaron un 1° de mayo. Ante la imponente ciudad y el auge de la industrialización Argentina, la familia Zacaria decidió alojarse un tiempo en el famoso Hotel de los Inmigrantes. “Recuerdo que mi padre siempre contaba que la primera comida que les dieron fue lentejas y que, al ser día patrio, les hicieron cantar el himno que claramente no sabían”, cuenta Gianni.
Asimismo, Gianni detalló que la travesía de 20 días en la nave que partió desde Italia trajo consigo muchas ilusiones, sorpresas y momentos inesperados. Uno de ellos fue que allí mismo, su padre conoció a su madre. Él, de 25 años viajaba con su familia en primera clase, mientras que ella, de 15, viajaba en tercera. Ahí surgió el amor y, aunque tuvieron que separarse en el puerto de Buenos Aires, pasaron mucho tiempo mandándose cartas hasta que decidieron casarse.
Cómo fue la llegada de la familia Zaccaria a Mendoza
La familia Zaccaria ya tenía un destino predeterminado: Mendoza. Allí los esperaba un hermano del padre de Gianni, que había viajado en 1953 y que ejercía como carpintero. Así fue como se instalaron en Medrano, localidad que comparten los departamentos de Junín y Rivadavia.
Cuenta el mendocino que, reflexionando, se dio cuenta de que a los puglieses les gusta mucho Mendoza porque les recuerda a su región natal, que combina lo rural con la ciudad. “Aquí la comunidad italiana es muy grande. Antes, cuando la región de Calabria y Puglia eran las encargadas de hacer las pizzas en la Festa in Piazza, llegábamos a vender más de mil entre las tres noches. Solía ser una fiesta enorme en donde alcanzábamos a ser 14 las comunidades regionales que cocinaban en simultáneo”.
Entre las vastas dificultades por encontrar trabajo, los hermanos Zacaria y su padre se las rebuscaron para ejercer distintos oficios: peluquero, carpintero, vendedor de seguros, etc. Sin embargo, en un momento de crisis, Nikola, el padre de Gianni, quien no había conseguido trabajo, se acercó a su hermano Natalio y le propuso unirse para trabajar juntos en el rubro de la madera. De lo contrario, Nikola se volvería a Italia.
Natalio aceptó y así fue como iniciaron la empresa Zaccaria Hermanos SRL que hasta el día de hoy sigue vigente. Comenzaron armando sillas en un galpón, y poco a poco el negocio fue creciendo hasta el punto de participar en construcciones de importantes edificios e iglesias de Mendoza.
Qué costumbres italianas sigue manteniendo la familia de Gianni
Gianni se dedicó a ayudar a las familias italianas inmigrantes y desde el año 2000 es presidente de la asociación Pugliese de Mendoza. Fue todo un reto, ya que tuvo que perfeccionar su italiano y comenta que “ser hijo de inmigrantes no es fácil. Imaginate que en mi casa se hablaba italiano y se seguían todas las costumbres propias de la cultura: la comida, la música, la rutina, etc. y, sin embargo, después tenías que salir al mundo de afuera y hacerle frente”.
Cuenta Gianni que una de las prácticas italianas que mantiene viva en su familia es la pasta los días martes, jueves y domingos; pero confesó que por cuestiones de salud se vieron obligados a reducir la ingesta a solo los domingos. No obstante, la tradición se sigue a rajatabla.
Comenta que algo curioso es que una vez que viajó a Italia, le preguntaron si se había casado con una italiana para mantener el linaje. Afortunadamente, su esposa resultó ser descendiente de sicilianos, por lo que no hubo problemas en ese aspecto.
Además, expresó que siempre buscan la unión y convocatoria familiar para mantener viva la “fiamma”, es decir, esa llama del espíritu italiano que los caracteriza a donde sea que vayan. Aunque este año la región de Puglia no se hará presente en la Festa in Piazza por cuestiones organizacionales, acompañarán a sus compatriotas en un año más de este bellísimo festival.
Sin embargo, Gianni comenta que la Festa in Piazza inició como una festividad para agasajar a los mendocinos por su recibimiento a todos los italianos en el siglo pasado. De esta manera, se realiza todos los años y los representantes de cada región dan lo mejor de sí para que tanto los residentes de Mendoza como los turistas puedan conocer un poco más sobre su tierra y cultura.
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