El Almacén “Buen Vivir”, que ofrece productos de pequeños emprendedores, comenzó a gestarse a principios del 2020 en conjunto con la Universidad Nacional de Cuyo (UNCULAB), la Dirección de Economía Social de la provincia y la Asociación Civil Nuestra América.
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En el local ubicado en España 385 de Ciudad, se consiguen vinos orgánicos, agroecológicos o de garage de pequeñas bodegas, mermeladas sin conservantes ni aditivos, conservas y encurtidos, frutos secos, chocolatería artesanal, tabaco orgánico y una gran gama de cosmética natural y vegana.
El motivo que desencadenó la creación del almacén fue llegada de la pandemia y el aumento en los precios de los alimentos en los comercios.
“Vimos cómo muchos feriantes y pequeños productores perdieron la posibilidad de vender sus productos en donde comúnmente lo hacían y pensamos en crear un espacio para poder exhibir estas elaboraciones de manera fija”, explicaron a Vía Mendoza Nadia Marún, coordinadora del Área de Comunicación, y Salvador Garciarena, coordinador del Almacén Buen Vivir y encargado de Comercialización.
Según precisaron, no pretenden obtener un margen de ganancia sideral con la venta de alimentos. “Entendemos que cumplimos un rol social de acercarle a la comunidad precios reales, comprados directamente al productor y no que les llegue un sobreprecio dada la gran cadena de comercializadoras que encarece el producto final”, añadieron.
Marún definió a la economía social “en los términos que la propone Roberto Roitman, es decir una economía alternativa, más que alternativa que brota de los barrios y tiene la fuerza revolucionaria suficiente como para cambiarlo todo”, explicó.
La idea es a través del Almacén dar a conocer a los productores y sus elaboraciones, promoviendo así la denominada soberanía alimentaria. “Nuestro compromiso con la Economía Popular se ve reflejada en los precios justos y en el consumo responsable que impulsamos”, apuntaron.
La Economía Social y Popular se encuentra integrada en su gran mayoría por mujeres, muchas sobrevivientes de violencia de género que han encontrado la posibilidad de una vida digna a través de la organización y la autogestión.
Los productos se consiguen gracias al apoyo de distintas organizaciones y a la dirección de Economía Social que tiene el contacto con distintos productores y emprendedores.
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Actualmente, en el almacén trabajan nueve personas de entre 30 y 20 años. “Trabajamos en conjunto y formamos parte de la organización social Nuestra América de Mendoza, con quienes alquilamos el lugar, convocamos a los compañeros y empezamos el proyecto de Economía Popular”, concluyeron.