Finalmente se logró llegar a las orillas de Laguna del Diamante, tras una dura tarea de más de un mes que obligó a hombres y equipos de la Dirección Provincial de Vialidad a abrirse camino a través de formaciones de nieve y hielo de más de dos metros de altura.
Si no hay contratiempos, en dos semanas, la DPV tendrá el circuito de montaña en condiciones para que pueda ser habilitado.
El titular de Vialidad Mendoza, Osvaldo Romagnoli, señaló: “Hemos enfrentado condiciones muy adversas, totalmente diferentes a las del año pasado, cuando a mediados de diciembre no había prácticamente acumulación nívea”.
Los 65 kilómetros de suelo natural que recorren la Ruta Provincial 98, desde su empalme con la Ruta Nacional 40 hasta Laguna del Diamante, son cada año un desafío para Vialidad Mendoza.
Pero esta temporada fue especialmente desafiante, ya que las intensas nevadas hasta fines de la primavera dejaron buena parte de los 27 kilómetros del circuito montañoso previo a la laguna bajo varios metros de nieve, con formaciones de hielo de más de 2,5 metros de altura y cientos de metros de extensión a lo largo y a lo ancho.
Los trabajos de la DPV comenzaron el 11 de diciembre con una decena de operarios junto a una retroexcavadora, una pala cargadora y un camión volcador, equipos con los que se hizo la tarea pesada. Entre otras, abrir las brechas entre las paredes de nieve y hielo, movimientos de tierra para estabilizar el camino, recuperar los tramos afectados por el cruce del arroyo y reparar los sectores de la ruta donde el agua que deshiela se encarga de borrarla.
Por esta razón, se va a asignar atención permanente para el mantenimiento de la ruta, ya que el deshielo va a continuar y el derrame constante del agua volverá a afectar el camino.
Habiendo despejado el circuito en su totalidad, desde el 8 de enero está trabajando una motoniveladora con la que se emparejará todo el recorrido para que quede definitivamente transitable.