Florencia Di Marco, la chica de 12 años violada y asesinada en San Luis, le había manifestado a sus amigas que tenía miedo de quedarse sola con su padrastro porque cuando su madre salía él la espiaba mientras ella se bañaba o le abría la puerta del dormitorio.
Quien contó estos detalles fue Ana, una vecina de San Martín, departamento del cual al pequeña era oriunda. “La nena cuando venía a visitar a sus abuelos jugaba con otros chicos en la cuadra y cuando quedaba sola con sus amigas solas comentaba que ella tenía miedo”, dijo.
Estas amiguitas le comentaron a sus padres, quienes se acercaron a hacer la denuncia, pero “en la Fiscalía de San Martín les dieron muchísimas vueltas”, aseguró la vecina que hoy prestó su testimonio a los medios de comunicación de Mendoza. “Nos dijeron que primero tenían que ponerse en contacto con la familia, observar, hacer entrevistas”, y aseguró que “en la justicia sabían y nos dijeron que si la niña no se lo confesaba directamente a un adulto y que sólo se lo decía a niñas de su edad, era un proceso más complicado”, cerró.