Según datos de la Dirección de Relaciones Individuales, dependiente de la Subsecretaría de Trabajo, en Mendoza, durante el 2017 se registraron 39 casos de trabajo infantil mientras que, en lo que va del 2018, se sumaron otros 3.
No obstante, el número podría crecer ya que la época en la que se dan este tipo de situaciones comienza en septiembre en los hornos de ladrillos y se extiende hasta tiempo de cosecha.
"No sólo a través de las denuncias detectamos estos casos, sino también de oficio cuando algún inspector recorre una finca y encuentra menores trabajando. En el 2018, ya tenemos 3 casos pero en esta época invernal, hay un receso. Las zonas donde se registran son: San Martín, La Paz, Junín, Santa Rosa, en viñas y en los hornos de ladrillos de San Rafael. Sin embargo, en muchas ocasiones, estos niños en ocasión de trabajo están acompañando a sus padres", remarcó Rodrigo Herrera, director de Relaciones Individuales.
No todos los menores que se encuentran trabajando en fincas y viñas son mendocinos. Algunos llegan desde otras provincias e incluso desde otros países. El modo de operar es a través de un cuadrillero que busca personas, las capta con promesas de trabajo, las traslada y las instala.
"Por ejemplo: un finquero avisa que necesita gente para levantar la cosecha y llama a un cuadrillero. Le traen personas y ahí no se hacen cargo ninguno de los dos. Es más, muchos ni saben dónde están trabajando ni para quién. Muchos vienen del norte de Argentina y también desde Bolivia, vienen engañados. Recientemente, hemos tenido que asistir a un grupo de 20 personas que trajeron desde Santiago del Estero y los dejaron acá, a su suerte", explicó Herrera. Fuente: Sitio Andino