Tras la reforma al Código Procesal Penal sancionada en 2016, que convirtió en automática la implementación de la prisión preventiva en delitos con penas superiores a los tres años, Mendoza se ha convertido en una de las provincias con mayor tasa de encarcelamiento del país.
Así se desprende de un informe presentado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) junto a la ONG mendocina Xumek.
El gobernador Alfredo Cornejo ha expresado en más de una oportunidad que pretende que los sospechosos de haber cometido delitos graves "aguarden ser juzgados tras las rejas", algo que parece estarse cumpliendo si se observa el incremento de la población carcelaria registrado en el último año y medio.
Este aumento ha sido impulsado en gran parte por los detenidos por denuncias de violencia de género, una de las "cruzadas" judiciales del gobernador a partir de la ola de femicidios que azotó a la provincia durante 2016.