Pepe Reginato, creador de espumosos que rara vez pone su nombre en las etiquetas, se enmarca en estos últimos. Este nuevo vino fue catado por los amigos de Pepe, quienes le dijeron que debía lanzarlo al mercado.
La parte graciosa de esta historia fue que a la hora de explicar por qué lo había elaborado solo se le ocurrió decir "solo Dios sabe", expresión que se convirtió en etiqueta. Lo poco que se sabe es que puede ser un blend de tintas de 2017 de un viñedo de Perdriel, Luján de Cuyo, criado, algunos dicen que "olvidado", durante 18 meses en barrica del cual solo existen 2000.
En el año 2016, el singular personaje Pepe Reginato y un audaz amigo alquilaron un viñedo abandonado en Perdriel, ubicado en el antiguo lecho del Río Mendoza, una zona privilegiada y cuna de los más maravillosos tintos de Argentina.
Depués de mucho esfuerzo no lo pudieron rescatar y lo abandonaron nuevamente. Sin embargo, el 10 de abril de 2017 realizaron la primera y única cosecha de las 10 hectáreas. En condiciones normales esos viñedos tendrían que haber rendido 1000 quintales y nadie sabe como es que se obtuvieron 120.