El último parte del ministerio de Salud de la provincia informó que hasta el 29 de octubre en Mendoza se registran 44.732 casos positivos de Covid-19, 25.535 pacientes recuperados y 767 muertes. Sin embargo la cantidad de contagios y la llegada de la época estival del año se combinarían para que- siguiendo con todas las medidas sanitarias correspondientes- la provincia ingrese finalmente en la tan esperada etapa de "meseta".
Por su parte, el doctor Gonzalo Vera Bello, jefe del departamento de Epidemiología de la provincia aseguró que "el escenario ha cambiado", "tal y como lo vaticiné hace unos meses: el pico de contagios se registraría en octubre por lo que ahora resta apelar a la responsabilidad ciudadana y esperar que la curva de contagios no siga aumentando.
"El contexto ha cambiado mucho porque quedan menos susceptibles, es decir, personas con posibilidades de padecer la enfermedad, hay mucha gente que ya se ha contagiado. El escenario entonces ha cambiado en ese sentido y empiezan a aumentar los casos de recuperados", comenzó a explicar el médico a Sitio Andino.
"Creemos que ahora comienza lo que se llama la 'etapa de meseta´ porque, a medida que se vayan agotando los susceptibles, el virus tiene menos posibilidades de seguir contagiando. Igualmente, hay que tener en cuenta que la población de Mendoza es de poco más de 2 millones de habitantes y si tenemos casi 45 mil casos confirmados, señala que aún existe mucha gente que no se ha enfermado y son las que más tienen que cuidarse y actuar con responsabilidad", agregó.
Para Vera Bello, las medidas sanitarias como: el uso de tapabocas, el distanciamiento social, el lavado de manos y la higiene respiratoria (toser y/o estornudar en el pliego del brazo) seguirán siendo las claves fundamentales si Mendoza quiere efectivamente instalarse en una meseta de casos.
"También hay otras variables de la salud pública como, por ejemplo, la temporalidad que permite a través de temperaturas más agradables que haya ventilación en los ambientes, lo cual es muy importante. Estamos cursando la primavera, podemos abrir ventanas y si le sumamos las medidas de higiene y el aislamiento de pacientes con síntomas, la curva de contagios tiene que ir mermando indefectiblemente porque se va agotando el universo susceptible", expuso.
Y continuó: "desde lo estacional, creo que tenemos grandes ventajas a favor con respecto al hemisferio Norte y a Europa y es que en los países ubicados en esas zonas, está comenzando el descenso de temperatura y atravesarán esta etapa hasta que aparezca la vacuna y sea la solución casi definitiva. Nosotros estamos transitando la primavera, falta el verano y parte de otoño. Eso nos va a dar cierto margen para ver si la vacuna ya resultó con eficacia y si los efectos secundarios son menores para poder ser aplicada".
"Es un respiro bastante grande porque, en caso de que de aquí a mitad del año que viene se apruebe la vacuna, los primeros en recibirla serán las personas que conforman los grupos de riesgo, en especial, los adultos mayores y quienes tengan enfermedades de base junto con el personal sanitario, lógicamente. Mientras tanto, en Europa y en el hemisferio norte se ha recrudecido la situación porque lo estacional es muy importante en estos casos. Si aquí somos responsables podemos entrar en una meseta y no incrementar los casos", señaló el médico epidemiólogo.
Por último, Vera Bello, resaltó que declarar que "lo peor ya pasó" sería irresponsable porque "no hay que subestimar al coronavirus bajo ningún punto de vista. Este virus tiene propiedades muy particulares que lo hacen realmente único. Se sabe poco sobre las secuelas pero la evidencia comienza a indicar que la persona genera anticuerpos por un período de 90 a 120 días, es decir, entre 3 y 4 meses por lo que puede volver a contagiarse, entonces, sigue siendo crucial que la ciudadanía sea responsable", concluyó. Fuente Sitio Andino