Los jardines del Instituto Antonio Próvolo serán intervenidos para determinar si está enterrado el cuerpo de un alumno.
La investigación se realizará con una máquina que fue utilizada para hallar los restos de los desaparecidos durante la segunda dictadura militar en Argentina.
Tras la declaración de un testigo clave proveniente del litoral argentino en junio pasado, quien contó que el incidente habría ocurrido aproximadamente entre el 2005-2006, cuando todavía permanecía en el establecimiento Corbacho, quien viajó en el 2006 a Buenos Aires para ordenarse como sacerdote.
"Cuando los curas vieron lo ocurrido, lo castigaron encerrándolo en un cuarto sin agua y sin comida. Una vez cumplida la penitencia, el testigo buscó a su compañero pero no volvió a verlo".
El joven de 20 años contó que durante esos años un compañero lo invitó a jugar sobre uno de los techos -gracias a que algunas ventanas del albergue dan a este sector-, y que él lo rechazó. Ante esta negativa, el chico igual ingresó al tejado, realizó algunos movimientos e intentó volver, pero resbaló y cayó. Inmediatamente, el testigo bajó a socorrerlo pero se encontró con el cuerpo tendido sobre un charco de sangre.
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