Un hombre oriundo de Tunuyán falleció debido a una intoxicación tras ingerir veneno por error. Se trata del gaucho, Irineo Cazón, de la localidad mendocina de Villa Seca.
La muerte por envenenamiento está siendo investigada por las autoridades desde el 25 de octubre pasado, cuando Irineo ingresó con un cuadro de intoxicación severa al hospital Scaravelli, donde perdió la vida.
El sujeto estaba comiendo un asado en la finca Gabriel Porcell, donde trabajaba. Se encontraba junto al capataz y otros empleados, cuando confundió una botella que contenía veneno con una de vino.
Aparentemente, días antes el dueño del lugar, le había entregado la botella que contenía el líquido tóxico al capataz de la finca, quien colocó el recipiente en la heladera.
Según trascendió, el operador se alejó de la reunión, y cuando regresó se encontró con Cazón vomitando, luego de ingerir el veneno que contenía la botella de plástico.
La víctima solía consumir alcohol, lo que contribuyó para que su cuerpo no pudiera asimilar la ingesta del veneno por el mal estado en el se encontraban sus órganos, según confirmaron.
A raíz del hecho, iniciaron un expediente caratulado como averiguación muerte, liderado por el fiscal departamental Jorge Quiroga. En los últimos días, uno de los siete hijos de la víctima se constituyó como querellante en la causa.
Hasta el momento no hay imputados.