El Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) dio de baja a 73 subagencias de Quiniela las cuales fueron catalogadas de "ociosas". Aunque la investigación realizada deja sospecha que se centran en actividad de "banqueros clandestinos" quienes utilizaban esas agencias oficiales para descargar su juego.
En el Gran Mendoza fue donde más se cerraron ya que actualmente en Capital hay 44 agencias y 60 subagencias. Las terminales de apuesta que están en las agencias y subagencias tienen un alto costo. La empresa Ivisa, que brinda el sistema de comunicación y procesamiento de apuestas, se queda con el 4,9% de cada venta, el agenciero cobra $18 pesos y el resto es para el Instituto que lo paga en premios, y la diferencia se recauda.
Según funcionarios del IPJyC, las sospechas se centraron en que en algunos casos "los clandestinos usan a los oficiales para descargar su juego", por lo que de algún modo la baja de esas bocas de venta contribuyen a dar pelea contra el juego en negro. Aunque remarcaron que no son los agencieros oficiales los que venden en forma clandestina, sino que estos últimos los utilizan para su fin.