Hasta marzo de este año, los expedientes abiertos por episodios de violencia intrafamiliar o doméstica sumaban 21. De acuerdo con estadísticas de la IGS, si se compara con igual período del 2015 (7 casos) y de 2016 (7), las denuncias se triplicaron.
Para el titular del organismo, Marcelo Puertas, la explicación es bastante simple: "No es que actualmente los policías sean más violentos, sino que ahora las víctimas se atreven a denunciar".
En este tipo de denuncias, la IGS no avanza con la cesantía del efectivo hasta que no haya una sentencia judicial firme. Sí se toman medidas preventivas mientras la justicia penal analiza la situación del uniformado.