Ante el inminente crecimiento de buques pesqueros del sudeste asiático, la situación de pesca ilegal ha aumentado también. Por lo general, los buques que faenan en esta parte del mundo y del Océano Atlántico, son de China, seguidos por Corea del Sur, Taiwan y España.
Esta situación no solo trajo problemas a Argentina en la defensa de los recursos vivos dentro de las aguas de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) en las 200 millas náuticas que corresponden a nuestra jurisdicción, sino que también trajo problemas a los británicos en las Islas Malvinas, ya que los poteros asiáticos, se les filtran por el sudeste de las islas que ocupan ilegalmente.
A los buques de pesca de bandera española, que trabajan en la milla 200 y 201, y en las aguas de Malvinas, bajo licencia de pesca otorgada por las autoridades británicas en las islas, también les ocasiona un dolor de cabeza en relación al lugar que ocupan los asiáticos en el puerto de Montevideo. El aumento de embarcaciones deja sin lugar óptimo para que los españoles realicen sus faenas de desembarco de cargas de productos frigorizados desde el puerto oriental del Río de la Plata y sean enviados a Europa.
En este contexto: Reino Unido, China y España, se disputan el poderío presencial en las aguas de esta parte del Océano Atlántico, sin que Argentina pueda reaccionar por falta de medios para el control de la pesca ilegal.
No sería así para Reino Unido, ya que ellos enviaban periódicamente buques de combate como destructores Tipo 45, Fragatas tipo 23 y en la actualidad está desplegado de manera permanente el HMS “FORTH”. Este es un buque de Patrulla Oceánica de la clase Batch 2 River, que despliega personal de la Royal Navy, cuenta con un cañón 30 mm, ametralladoras de propósitos generales y mimigun mk40. También tiene capacidad de transportar y operar con helicópteros clase Merlín. A su vez, tiene un sector preparado para llevar 40 Infantes de Marina, los cuales pueden desembarcar rápidamente con los botes Rib 24 semirrígido y un bote rígido.
No obstante, ante la falta de medios, nuestro país y Estados Unidos de América acordaron la llegada del USCGC “STONE”. Un buque de la Guardia Costera Americana que apoyará las operaciones de países amigos, tales como: Guyana, Brasil, Uruguay, Argentina y Portugal. Este es un caso inédito, en el cual el “STONE” accionará para contrarrestar las operaciones de pesca ilegal a manos de China.
Esto no es todo, durante el año 2019, Reino Unido se pronunció a través del Ministro Michael Gove, responsable de pesca en el gobierno de Theresa May (2016-2019). Este Ministro había señalado que, una vez que se consume el Brexit, enviarían una escuadrilla compuesta por cinco buques de guerra, dotados de helicópteros y drones, para el control de la pesca en Malvinas. Es de destacar que, recientemente las Fuerzas Británicas para las Islas del Atlántico Sur cambiaron de Comandante. Anteriormente ocupaba el cargo el Brigadier Nick Sawyer (British Army), hoy significativamente, el cargo lo ocupa el Comodoro Jonathan Lett (Royal Navy). Esto llevaría a los británicos a tener una visión de costa al mar (como lo hicieron históricamente) y no desde una perspectiva mediterránea.
Esta innecesaria decisión, que aún no se ha desestimado públicamente, aumentaría la tensión en las relaciones bilaterales, ya que es conocido el repudio argentino ante la militarización de Malvinas. Esto también dejaría ver un tinte militar y político que, no solo tendría que ver con el control de la pesca ilegal, sino que tiene que ver con el aumento militar en la zona y aumento de poderío bélico en el sur de América, el paso interoceánico y la proyección hacia la Antártida.