Bruno Nasta tiene un gran presente en el Deportivo Maipú. Es uno de los goleadores (6, a 2 del líder) de la Primera Nacional. Hace poco más de dos temporadas que reside en Mendoza, con un campeonato de Federal A con Huracán, donde se consolidó como goleador (18 tantos). Hoy, en el elenco cruzado, suma experiencia y transmite confianza y seguridad.
En diálogo con Vía Mendoza descubrimos por qué es tan fuerte el vínculo que tiene Bruno con el fútbol de ascenso y Mendoza.
El delantero del Deportivo Maipú, Bruno Nasta, confiesa que el fútbol de ascenso es lo mejor de la Argentina. Lo vive y lo disfruta. Es una forma de vida, marcada por lindos recuerdos en las canchas siendo un niño, ya que su padre también recorrió distintas provincias como futbolista, entre ellas Mendoza, donde supo defender en San Martín y Godoy Cruz. Y por consecuencia, la historia se repite.
Nasta se reconoce como un jugador de ascenso, allí donde sus recuerdos y los afectos se entremezclan y concluyen siendo una cuestión de herencia y vocación.
“Conocí a Mendoza cuando era chico, cuando mi papá jugaba para el León y el Tomba. Y después me tocó a mi. Mendoza siempre me hizo sentir cómodo, en familia y por eso es que me sedujo quedarme por estos lares”, aseguró el delantero, quien además confesó que lo que le permitió continuar y seguir en estos torneos de ascensos fue “la persistencia. Vengo de chico respirando fútbol, entrenando desde pequeño sin tener días libres, perdiéndome cumpleaños, estar lejos de la familia, perdiendo fechas importantes. Y no siempre es todo lindo, pero hay que tener fortaleza y nunca abandonar”, confió el delantero.
Desde la cuna
Bruno Nasta es hijo de Gabriel, reconocido defensor central que supo tener el Atlético San Martín (1996-98) y Godoy Cruz (2002-2003), en respectivos torneos de Primera B Nacional.
“Mi papá jugó en el torneo de aquel partido famoso que el Tomba empató en San Juan, zafaron del descenso con gol del ‘Cachorro’ Abaurre y después clasificaron al Reducido. Y antes, formó parte del último San Martín poderoso que jugó en torneos grandes, que perdió la finalísima con Atlético Rafaela y cayó en la Promoción con Talleres de Córdoba”. Luego, “él ascendió con Los Andes, jugó en Almagro, Bolivia, Ecuador. Tuvo un gran recorrido y yo viví todo eso a la par, mamando todo de chico. Y siempre aprendiendo un montón de cosas dentro del fútbol”, contó Bruno sobre lo que le dejó Gabriel, actualmente es director técnico en Douglas Haig de Pergamino.
“Para mí, es un tipo muy sabio en todos los aspectos, como padre, jugador y entrenador. Es un ejemplo y él lo sabe”, expresó.
Una de Cal y otra de arena, en la vida del futbolista de ascensos
Bruno se inició futbolísticamente en las inferiores de Puerto Madryn donde después jugó 6 años en el Federal A. Tuvo un paso por Newell´s, pero volvió a Bronw de Puerto Madryn donde estuvo 3 años (2 goles). Luego pasó por Germinal de Rawson (2), San Jorge de Santa Fe (27), Achirense de Entre Ríos (32), Sansinena (12), y después arribó a Mendoza: Maipú (3), Huracán LH (18) y Maipú (actual, 6). En total sumó 102 goles en su carrera deportiva.
Y tras este largo trayecto como futbolista Nasta admitió que “me gusta jugar en los torneos de ascenso, en Federal B, A, y Primera Nacional, porque son categorías que te dan muchas posibilidades. Todas son distintas en cuanto a sus exigencias, al ritmo de juego. Pero a la vez, en todas las experiencias valoré y aprendí cosas. Hay un muy buen nivel y es cada vez más intenso el fútbol argentino del ascenso”, confió el futbolista.
Y después agregó: “No sé si yo cambiaría algo, pero me gustaría que en el fútbol de ascensos se respete más al jugador, que se entienda que es un humano. Que el jugador tiene familia y necesita cobrar al día, uno a la plata la necesita. Sé que estamos en un momento del país muy duro, que nos cuesta a todos, pero los clubes también tienen que ser comprensivo con el jugador, que la pelea también”.
En Mendoza y su lugar favorito
“Cualquier lugar será favorito si voy con mi familia. Sea en Potrerillo, en casa o un restaurante, siempre quiero estar con mis hijas Isabela y Berenice y mi señora Ivana. Estoy muchas horas en el club, en el gimnasio, viajo con el equipo y el poco tiempo que tengo se los quiero dar a ellas”, confió.
Momentos para olvidar
“Cuando pasé de San Jorge de Santa Fe a Boca Unido de Corrientes, una lesión me impidió jugar en mi Primer Nacional B y tuve que volver a un Federal B, a lucharla de vuelta. Obviamente sirve como aprendizaje, pero fue un momento duro”, aseguró el delantero.
Otra fue la “última fecha del Federal con Huracán frente a Ferro, el año pasado. Íbamos ganando por goleada, la gente contenta y yo también porque sabía que si metía un gol más terminaba como goleador del campeonato, y lo hice. Y después vinieron los incidentes, la balacera y hasta el día de hoy no sé qué pasó ni por qué sucedió. Gracias a Dios no pasó nada. Mi esposa e hijas estaban en la platea, y lo primero que hice fue a resguardar a mi familia. Lo primero que se me pasó por la cabeza es ver que ellas estuvieran bien. Pasó todo muy rápido y la verdad que fue un susto con suerte”, describió.
El jugador de 29 años, tiene mucho para ofrecer en este deporte. Lo sabe y es por eso que “no tengo muy en claro que voy hacer en 2 o 3 años cuando deje el fútbol. Pero por ahora disfruto al máximo de esto y trato de mejorarme cada día”, aseguró.
En Maipú antes del clásico contra Gimnasia
Bruno Nasta palpitó el duelo de mañana frente al Lobo, por la fecha 20 de la Primera Nacional, a las 20.30 en el Víctor Legrotaglie.
“Va a ser un lindo partido para jugar cancha grande, contra un gran rival y con oportunidad de meternos en zona de clasificación. Así que con muchas ganas de ganarlo. Si hacemos lo que tenemos que hacer, nos irá bien”, confió el goleador de Maipú.